Durante enero, febrero y marzo 2010, los ahora estudiantes de quinto año de Medicina Veterinaria de la Universidad Austral de Chile, Catalina Tamayo y Mauricio Navarro, realizaron una pasantía en la Universidad de Virginia Tech, EEUU, esto gracias a una beca para movilidad estudiantil enmarcada en un convenio académico entre las Facultades de Veterinaria de ambas universidades.
Ambos fueron los elegidos para este beneficio, pues Catalina y Mauricio son los mejores promedios de la promoción a la cual pertenecen. Además, lograron mediante entrevista, acreditar el idioma inglés exitosamente. Sumado a ello, destaca el interés que ambos demostraron por la investigación científica.
De esta forma, y durante tres meses, Catalina y Mauricio participaron de proyectos científicos en Virginia, los cuales hoy son parte de sus futuras memorias de título.
Como “una experiencia súper interesante” evaluó el viaje Catalina, promedio más alto de su promoción, quien trabajó en biología molecular con el Dr. William Huckle.
“Ellos están investigando una cura para el cáncer que no esté relacionada directamente con las células tumorales, si no con la vascularización de los tumores, porque se supone que si los tumores no tiene sangre no puede crecer, pues siempre que hay un nuevo crecimiento de tejido necesita sangre. En eso están enfocados ellos”, explicó Tamayo.
“Mi parte de la investigación se ligó con la Medicina Veterinaria. Yo investigué el gen en el bovino. Sacamos un trozo de gen de bovino para ponerlo en un plasmita humano que habían hecho en otro estudio. La idea era ver los cambios y similitudes entre genes animales y humanos, el problema es que fue tan corta la estadía que no pudimos concretar eso, entonces hice una clonación del gen con un trozo del segmento del bovino, por si más adelante quieren realizar lo otro”, señaló la estudiante, quien actualmente continúa su proyecto con el Dr. Juan Carlos Gutiérrez, del Instituto de Anatomía Veterinaria de Ciencias Veterinarias.
Por otra parte, Mauricio Navarro, segundo promedio más alto de su promoción, participó en un proyecto de investigación relacionado con la detección de la proteína del prion que causa la enfermedad de la vaca loca (encefalopatía espongiforme bovina).
“La idea era detectar esta proteína en cortes de ovario de vaca, mediante técnica de inmunohistoquímica”, explicó Navarro, quien trabajó con el Dr. Eyestone, del Departamento de Ciencias Biomédicas en Animales Mayores de Virginia.
Actualmente, Mauricio continúa trabajando en su proyecto con el Dr. Oscar Peralta, del Instituto de Ciencia Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UACh.
Para Mauricio, “esta carrera de Medicina veterinaria entrega múltiples posibilidades y está en uno aprovecharlas –explicó-. En mi caso partí con notas promedio en primero, bordeando el 5, eso porque estudié contabilidad en el liceo, una especialidad técnica. Por diferentes causas me di cuenta que Medicina Veterinaria era lo que yo quería, entonces, mientras trabajaba como contador, hice un preuniversitario y entré. Me costó un poco al principio, pues no había visto casi nada de ciencias en el colegio. Lo que quiero decir con esto es que no es cosa de llegar a la universidad sabiendo mucho, se trata del esfuerzo que uno coloca. A mí se me complicó mucho, pero gracias al cariño que se le tiene a la carrera y a lo bonito que es desarrollarla, uno se entusiasma, y este tipo de becas son un plus, un estimulo adicional”.