En una de las zonas más afectadas por los incendios ocurridos en el verano de 2017 en el área de Purapel, Región del Maule, estudiantes de los programas de magíster y doctorado de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, hicieron una caracterización de la composición y estructura de los bosques quemados, para luego proponer un plan de restauración en la zona.
Este proyecto colectivo se llevó a cabo con estudiantes de los cursos de ambos programas: Estructura y Dinámica del Bosque Nativo, a cargo del Prof. Mauro González; y Restauración de Ecosistemas, cuyo responsable es el Prof. Antonio Lara, académicos del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio e investigadores del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2.
“Elegimos este sitio para realizar la actividad porque es una de las zonas más afectadas por los incendios del último verano por lo que planteaba los desafíos más grandes para la restauración”, afirmó el Dr. Lara.
El desastre que afectó a esta región fue un incendio sin precedentes que abarcó aproximadamente 125 mil hectáreas, en sólo cinco días en el cual se quemaron plantaciones forestales, fragmentos de bosque nativo, praderas, viñas, y todo el poblado de Santa Olga.
Bosques de ruil y hualo
Especies nativas como el ruil, que crecían en un sector de mucha pendiente, fueron afectadas con una gran severidad. Estos bosques se encontraban en las Áreas de Alto Valor de Conservación de El Desprecio y Hualos de Loanco de propiedad de Forestal Mininco.
El ruil y hualo son especies que poseen la capacidad de rebrotar y a pocos meses del incendio algunos árboles tenían pequeños rebrotes desde la base y en las copas. Otra forma de reproducción de estos árboles es a través de semillas. “Sin embargo, el daño es enorme porque eran bosques de al menos 50 – 60 años, con una gran diversidad de flora y fauna, en que los procesos de regulación de los caudales y ciclaje de nutrientes están en un equilibrio dinámico y todo esto se vio destruido o interrumpido. El proceso de recuperación va a ser muy lento”, indicó el Dr. Lara.
Para los académicos, en este caso, es absolutamente necesario restaurar mediante plantación de especies nativas. “No basta con la regeneración natural, por lo que es indispensable plantar, pero el desafío más grande reside en que estos bosques son pequeños fragmentos y están rodeados de una matriz interminable de pino. Por ejemplo, en Nirivilo, luego de un incendio anterior ocurrido en 2015, vimos cómo las plántulas de pino invadieron los fragmentos de hualo y hoy dominan la regeneración” agregó el Académico.
“Entonces aquí queda demostrado que es muy difícil conservar pequeños fragmentos con el actual régimen de incendios”, advirtió el profesor Lara, destacando que en el plan de restauración es necesario dejar un perímetro libre de plantaciones en torno a los bosques nativos de al menos unos 200 metros. Es en esta línea en la cual se enfocó la restauración propuesta por los estudiantes.
“Es fundamental que planes de restauración en esta zona se planifiquen en una escala de paisaje, es decir, considerando el espacio en el que se ubican los relictos de bosque nativo en medio de las plantaciones. Esto, porque los relictos perturbados por incendios son más susceptibles a la invasión de pinos, por lo tanto es necesario optimizar los esfuerzos de restauración a parches de tamaño lo suficientemente grandes para que sean viables en el tiempo y considerar además acciones para constantemente arrancar las plántulas de pino”, explicó Nicole Burger, estudiante de Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente. Indicó además que se identificaron como prioritarias acciones para evitar la erosión y así proteger el suelo para el establecimiento de futuras plantas.
Convenio UACh-Mininco
El Dr. Mauro González destacó el convenio existente entre la UACh y Mininco, del cual es el investigador responsable. “Este convenio está enfocado en restaurar servicios ecosistémicos y la biodiversidad en ecosistemas muy amenazados, como son los bosques de Ruil y Hualo en la Cordillera de la Costa de la región del Maule. Lamentablemente, los incendios de esta última temporada afectaron fuertemente Áreas de Alto Valor de Conservación que protegen este tipo de bosques, los cuales se encontraban en una etapa inicial de restauración. Derivado de la alta severidad del incendio y del fuerte riesgo de invasión por pino, tanto desde plantaciones vecinas como de árboles de pino adultos que se encontraban ya presentes en el rodal, la recuperación de estos ecosistemas únicos requerirá un esfuerzo técnico mayor y un gran compromiso futuro. Las experiencias a partir de estos proyectos hizo posible esta salida integrada, la cual resultó muy provechosa y motivadora para los estudiantes de postgrado”.