El trigo (Triticum aestivum L.) tiene una alta capacidad para compensar el rendimiento de grano (RG) al sembrar el cultivo con dosis de semilla mucho menores a lo que comúnmente usan los productores, especialmente en ambientes de alto potencial de rendimiento como el sur de Chile.
En ese contexto, investigadores de la Universidad Austral de Chile y de Bangladesh Agricultural University publicaron recientemente un artículo en la prestigiosa revista científica Field Crops Research, titulado “Low seed rate in square planting arrangement has neutral or positive effect on grain yield and improves grain nitrogen and phosphorus uptake in wheat”.
El paper en español se titula “Bajas dosis de semilla en arreglos de siembra cuadrados tienen un efecto neutro o positivo sobre el rendimiento en grano y mejoran la concentración de proteína en grano y la absorción de fósforo en trigo”. Sus autores son el Dr. Ahmed Khairul Hasan de Bangladesh Agricultural University (mientras realizaba su doctorado en la UACh); el Dr. Fabián Carrasco del programa de Doctorado en Ciencias Agrarias de la UACh y los investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh Dr. Daniel Calderini y Dra. Carolina Lizana.
Los resultados del estudio, que se efectuó en el marco del proyecto FONDECYT 1040125, “muestran la capacidad del cultivo de trigo de mantener o aumentar (12%) los rendimientos de trigo, disminuir la altura de planta (17%) para evitar la tendedura, incrementar la concentración de proteína de los granos (hasta 25%) y paralelamente incrementar la absorción de fósforo (17%) del cultivo. Esto es factible al menos en ambientes de alto rendimiento, como el sur de Chile”, explica el Profesor Titular Dr. Daniel Calderini, del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal (IPSV) de la UACh.
Agrega, sin embargo, que “no estamos proponiendo que los agricultores lleven la densidad de siembra a 44 plantas m-2 como en los experimentos ya que hay factores muy importantes a considerar como la factibilidad práctica de realizarlo, la competencia de las malezas y otros. Lo que sí indica el estudio es que los logros mencionados son posibles y ahora debemos trabajar en el desarrollo de una tecnología que lo permita, sea ésta a través del manejo del cultivo o mediante el mejoramiento genético y la liberación de nuevas variedades”.
Además, es “especialmente importante el aumento de la eficiencia de absorción y la cosecha del fósforo por parte del cultivo en las siembras a baja densidad en los sistemas de producción del sur de Chile, que se caracterizan por altos niveles de fijación de fósforo en el suelo”, subraya el investigador de la UACh.
Por otra parte, la Dra. Carolina Lizana, académica del IPSV, señala que “los efectos positivos de una baja densidad de siembra sobre el peso de los granos y positivo impacto en la concentración de nutrientes son aspectos relevantes desde el punto de vista de la calidad industrial de los granos”.
Desarrollo de la investigación
A través de un experimento desarrollado en el Estación Experimental Agropecuaria Austral (EEAA) de la UACh, ubicada en Cabo Blanco en Valdivia, se evaluaron dos variedades de trigo primaveral con similar rendimiento, pero diferente composición de los componentes del rendimiento: Bacanora (bajo peso de granos y alto número) y Kambara (alto peso de grano y bajo número).
Para llevar a cabo la investigación se sembraron parcelas con dos diferentes dosis de semillas, la dosis de semilla que utilizan normalmente los agricultores de 350 plantas m⁻² y una baja dosis de semilla de 44 plantas m⁻² establecida en un arreglo espacial cuadrado (15 x 15), es decir, con una distancia de siembra entre hileras de 15 cms. y sobre la hilera de 15 cms., ambas bajo óptimas condiciones de manejo.
En ese contexto, el estudio tuvo como objetivo evaluar la respuesta del rendimiento, biomasa e índice de cosecha de trigo bajo las dos dosis de semilla contrastantes. También se evaluaron las compensaciones entre los componentes del rendimiento en respuesta a la dosis de semilla y la sensibilidad del contenido de N y P de los granos, la absorción de ambos nutrientes y la eficiencia en el uso de nutrientes bajo las dosis de semilla convencionales y bajas.
Los resultados fueron contrastantes entre ambas variedades, puesto que Bacanora alcanzó un rendimiento similar cuando fue sembrada en dosis convencionales de semilla o baja dosis, mientras que Kambara aumentó en un 12% el rendimiento al ser sembrada a baja dosis de semilla. Los resultados arrojaron que la altura de la planta de ambos cultivares se redujo en 14 cms. El tratamiento de baja densidad de plantas (44 plantas m-2) mejoró el índice de cosecha en ambos cultivares.
Otros resultados relevantes estuvieron asociados con la calidad de los granos y su contenido de nutrientes: a baja densidad de siembra se registró el aumento del peso promedio de los granos en ambos cultivares y por otra parte la concentración de nitrógeno en los granos aumentó en Bacanora y se mantuvo igual en Kambara, mientras que ambos cultivares mejoraron la concentración de fósforo en los granos. Un descubrimiento muy importante de esta investigación fue que a baja dosis de siembra y con arreglo espacial cuadrado, la eficiencia de absorción de nitrógeno y fósforo aumentó en un 18%, en ambos cultivares.