Como una importante contribución a la ciencia en el campo de la climatología dinámica tropical define el Dr. Jonathan Barichivich los resultados de su estudio que analiza cambios en eventos extremos, usando 100 años de registros de los niveles del agua del río Amazonas.
El investigador de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile (UACh) y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, Dr. Jonathan Barichivich, explicó que la relevancia de los fenómenos que están ocurriendo en la Amazonia radica en que es la mayor cuenca hidrográfica del planeta, con una extensa selva tropical, por lo tanto, posee un impacto en el clima global.
Los resultados a los que llegó el equipo de científicos de Inglaterra, Francia, Chile, Brasil y Perú fueron publicados en la revista Science Advances, donde se advierte que las inundaciones extremas se han vuelto más frecuentes durante las últimas dos décadas, llegando a existir una inundación severa casi cada año desde el 2009 en el Puerto de Manaos, en Brasil. Este cambio hidrológico, según los investigadores, es el más significativo en los 100 años de registros.
Este aumento en inundaciones extremas está relacionado con el fortalecimiento de la circulación de Walker, como resultado del fuerte calentamiento del Atlántico tropical y el simultáneo enfriamiento del Pacífico tropical. El calentamiento del Atlántico se debe a factores antropogénicos y naturales que combinados entre sí han contribuido a aumentar el cambio en la circulación atmosférica. Que este aumento anómalo de las inundaciones dure depende de la evolución de la diferencia de temperatura tropical interoceánica.
¿Qué se prevé para los próximos años? Los científicos predicen una disminución en la intensidad de la circulación de Walker y en las graves inundaciones extremas en el Amazonas, pero no esperan que su magnitud sea similar a las anteriores a 1990, debido al continuo y más rápido calentamiento del Atlántico. Así lo explica el Dr. Barichivich: “Se espera que no volvamos a los niveles de 1990 porque la región ecuatorial de Océano Atlántico probablemente siga calentándose más rápido que el Pacífico tropical. Así, aún habrá una diferencia interoceánica en temperatura”.
Esta predicción implicará importantes desafíos para la población que rodea las áreas más vulnerables. “De acuerdo a nuestro nuevo entendimiento mecanístico, el aumento en inundaciones debiera continuar durante los próximos años hasta que las partes ecuatoriales del Océano Pacífico y Atlántico se calienten a la misma tasa por el forzante de calentamiento global antropogénico. Para las políticas públicas, esto significa que se debe planificar y preparar a la población en áreas vulnerables para futuras inundaciones extremas”, advirtió.
Respecto a otras zonas, el investigador afirma que un fenómeno similar parece estar sucediendo en el Pacífico tropical occidental en la región al norte de Australia. Es en este lugar donde está la mayor zona de ascensión (y precipitación) de la celda de la circulación Walker. “De hecho, en el noreste de Australia se ha mostrado que el período extremadamente húmedo desde 1995 es único en los últimos 200 años. Esto parece responder al mismo mecanismo que describimos en nuestro artículo”.