La activa participación y entusiasmo de las y los estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh en los Días Sílvícolas es ya una tradición. Comenzó por iniciativa de CONECIFM, corporación que impulsó la asistencia de estudiantes que cursan tanto Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales como Ingeniería Forestal, instancias convocadas por Aprobosque.
En esta ocasión, se llevó a cabo la primera salida del año 2024, que tuvo lugar en el Fundo Arquilhue de la Sociedad Agrícola & forestal Taquihue S.A, en Futrono, y cuyo anfitrión fue el ingeniero forestal David Molina.
Desde la UACh, se hizo presente el Dr. Francisco Burgos, junto a un grupo de 20 estudiantes. El docente resaltó la importancia de que los y las jóvenes se vinculen a estas actividades. “Es una instancia que permite conocer de primera mano la labor de una profesión bastante desconocida, la del ingeniero forestal. En general, cuando los futuros estudiantes universitarios quieren saber a qué se dedica una profesión en particular es muy fácil ver lo que hacen médicos, ingenieros, etc., ya que los resultados de sus acciones se ven directamente, pero, en el caso de los ingenieros forestales, es un poco más difícil porque su labor se realiza fuera de la vista de la mayoría, en zonas alejadas de las ciudades”, comentó.
Los días silvícolas han permitido a las y los estudiantes ver y conversar con los protagonistas de las acciones que se realizan en los bosques nativos, quienes invitan a los visitantes a observar cómo el bosque ha evolucionado. Es así como, en esta ocasión, se visitó un predio que ha recibido diferentes intervenciones.
“Los estudiantes vieron de primera mano diferentes técnicas, enriquecido con los comentarios de los socios de Aprobosque que acompañan la visita”, señaló el Dr. Burgos.
Testimonios
Scarleth Cárdenas, una de las estudiantes que asistieron, indicó que “fue una experiencia agradable, interactiva e innovadora para mí. Tuve el agrado de conocer a otras personas de la misma carrera, pero de distinta generación, y eso fue motivador ya que hablaban de su experiencia en la carrera en sí. Aprendí sobre los bosques en general, sobre su cuidado, sobre los daños que éstos pueden presentar y qué hacer en caso de que eso ocurra. Nos mostraron distintas especies de árboles (raulí, roble, coihue oregón) y nos mostraron la cosecha del bosque. También tenían una cosecha semillera, lo que fue muy interesante de aprender y ver. Fue una salida muy práctica y llena de conocimientos nuevos”.
Para Erick Sánchez la salida de campo al fundo Arquilhue “brindó una oportunidad invaluable para explorar el manejo de bosques nativos y plantaciones de especies nativas. La implementación de medidas como barreras de exclusión para proteger los árboles de coihue/oregón de termitas xilófagas resalta la importancia de la investigación y la innovación en la conservación de estos ecosistemas tan valiosos para la biodiversidad de nuestros bosques nacionales”, afirmó.
El estudiante describió la jornada haciendo énfasis en los nuevos conocimientos aprendidos. “En las primeras estaciones nos adentramos en el fascinante mundo del coihue/oregón (Nothofagus obliqua), enfrentando los desafíos del manejo forestal y la preservación de estos ecosistemas únicos”.
Relató que “uno de los principales objetivos de estas primeras estaciones ha sido la instalación de barreras de exclusión para proteger los árboles de coihue/oregón de la termita carpintera, plaga que amenaza la integridad de la madera y, por tanto, la salud del bosque”.
Unirse a actividades como éstas permitió también a los estudiantes estar informados sobre cómo minimizar otros problemas que afectan la sobrevivencia del bosque.
“Nos enfrentamos a desafíos en la gestión de las zonas de sacrificio, donde se permite que los animales sobrevivan el invierno. Aunque esta práctica puede salvar vidas animales, deja el suelo inutilizable debido al aumento del nivel de humedad, lo que genera zonas pantanosas que dificultan la regeneración natural del suelo. Con una tasa de regeneración natural del suelo cerca del 0% por erosión, se destacó la importancia de intervenciones como las solicitadas por CONAF, que contempla la siembra de 1.500 árboles por hectárea inicialmente”, explicó Erick Sánchez.
Finalmente, el Dr. Burgos reflexionó que “la experiencia ganada en los días silvícolas, en medio del bosque, es relevante para decidir o afianzar la decisión de seguir la mención de ingeniería forestal para quienes están en la etapa del bachillerato. Los dejo invitadas e invitados a estar atentos a los días silvícolas que siguen, ya que es no se arrepentirán de este tiempo invertido en una visita al bosque nativo”.