Entre el 12 de mayo y el 11 de agosto de 2018 comenzó a regir el horario de invierno. Eso quiere decir que los relojes y celulares se debieron atrasar en una hora. Con esta medida se busca aprovechar mejor la luz natural y utilizar la energía de una manera más eficente.
Sin embargo, para la Región de Los Ríos significa que de los 91 días en los que rige este huso horario, sólo durante 11 el sol saldrá antes de las ocho de la mañana. Las zonas más favorecidas con este cambio son las regiones del norte, especialmente Arica y Parinacota y Tarapacá.
En Los Ríos la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Dra. Claudia Torres-Farfán, lidera investigaciones sobre cronobiología, el estudio de los relojes biológicos.
La experta indica que “estamos compuestos por relojes biológicos que están en cada célula de nuestro cuerpo y en los órganos. Esos relojes determinan las funciones. Nosotros nos ordenamos de acuerdo a las horas del día para poder coordinar estos relojes y la clave más importante son los cambios en la luz y en la oscuridad. A través de las estaciones del año nos vamos adaptando a estos pequeños cambios que ocurren durante la transición del verano al invierno o del invierno al verano. Es distinto lo que pasa en Valdivia a lo que ocurre en Santiago o Punta Arenas. Necesitas tiempo para adaptarte a un cambio más brusco en el sur”.
Para la investigadora, los cambios de huso horario no son favorables desde el punto de vista de la cronobiología. Incluso aseguró que hay países que ya abandonaron esa práctica. “Quienes trabajamos con relojes biológicos estamos completamente en desacuerdo con esto. El costo biológico es alto. Puede costar hasta una semana adaptarte, aumenta la condición de estrés, se producen cambios en la dieta y en la cantidad de sueño, porque no te vas a acostar temprano. Además, las alteraciones en los relojes biológicos conducen a enfermedades crónicas. Los que más se resienten con estas alteraciones son los adultos y adolescentes”, cuenta.
Pero asegura que “hay un problema más serio, la gente no se siente segura en la oscuridad. Esa es probablemente la razón por la que estamos haciendo esto”, agrega. (Leer reportaje completo en este enlace)