<p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">"Aquí no va a pasar lo que sucedió en Santo Domingo". Es la frase del "Conde", propietario del ingenio (hacienda colonial americana) en Cuba, que explica bastante bien el principal problema que aborda<strong> la cinta "La Última Cena", del director Tomás Gutiérrez Alea (Cuba, 1976). </strong></font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">Este filme fue presentado la tarde del domingo 18 de octubre en el Cine Club <a href="http://www.uach.cl/">UACh</a>, en el marco del "Ciclo de Análisis Histórico Cultural", que forma parte del Festival Internacional de Cine de Valdivia.</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">El director del ciclo, el profesor extraordinario de la Facultad de Filosofía y Humanidades UACh Luis Bocaz, explicó a la audiencia que esta película está ambientada en la zona azucarera de Cuba -al oriente- en la década de 1790, siglo XVIII.</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">Precisamente en los años en que en Haití (Isla de Santo Domingo) se instala la primera república independiente en América y que además es liderada por afroamericanos. "Hemos tenido el privilegio en América de tener la primera república negra mucho antes de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos", destacó.</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">Es a eso a lo que le teme el "Conde" quien en Semana Santa se reúne con sus esclavos para hacer una dramatización de un episodio bíblico: "La Última Cena". En esta reunión va mucho más allá y se muestra como "ejemplo de un propietario que está cumpliendo con todos los criterios más importantes de humanidad frente a sus esclavos". Pero todo esto sin alterar la estructura de dominación monárquica y española.</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">La cena acontece un jueves y es al otro día, el viernes santo, en el que se desata la rebelión de los esclavos. Episodio que da término a esta aparente bondad del "Conde" quien aplica la fuerza sin piedad para restablecer el orden impuesto por la casta dominante.</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">El Prof. Bocaz destacó que esto se enmarca dentro del proceso de revolución industrial y revolución francesa, donde la lucha por la igualdad, libertad y fraternidad "funcionaba sólo para los blancos".</font></p><p align="justify"><font face="arial,helvetica,sans-serif" size="2">La película, en tanto, fue filmada en la década de los setenta en Cuba, momento en el que la revolución castrita ya llevaba tiempo recorrido. Esta película utiliza "un recurso artístico en el que se toma la historia para decir algo hacia el presente", destacó el Prof. Bocaz, quien aseguró que el mensaje que se desprende de este filme tiene que ver con la importancia de resolver estos problemas que se arrastran desde hace muchos años atrás en América. Es decir, la integración de la población afrodescendiente y, por extensión, las sociedades indígenas.</font></p>