¿Cómo mejorar las condiciones de las favelas de Bombay, donde viven 4700 personas por hectárea?, ¿Cómo pude la arquitectura contribuir a que las protestas, como la de “los indignados” en Madrid, para que sean más visibles, y tengan un mayor impacto en la sociedad?, ¿Cómo se puede mejorar el campamento de refugiados en Fukushima?, ¿Cómo se puede hacer un aporte arquitectónico en el barrio cristiano del Cairo donde las personas viven dentro de un basural?, y finalmente ¿Cómo pueden los arquitectos hacer un aporte en el campamento los Girasoles de Valdivia?.
Esas fueron las preguntas que los estudiantes de cuarto y quinto de arquitectura debieron contestar durante el workshop. En diez días debieron investigar y plasmar sus propuestas en un proyecto concreto.
El profesor a cargo del taller fue el arquitecto de la Universidad de Chile, Jorge Lobos, profesor de las Escuelas de arquitectura de Alghero, Sardegna, Italia y de Royal Danish Academy of Fine Arts de Copenhague, Dinamarca.
“La idea era que los estudiantes pudieran descubrir cuales son los derechos humanos dentro de la arquitectura. El derecho de la vivienda de bajo costo, la equidad social, la democratización de los procesos de producción arquitectónica, es decir en cual es el rol de la arquitectura en las emergencias humanitarias. En este sentido cambia el rol del arquitecto, ya que no es un constructor de edificios es un constructor de sociedad.” afirmó el profesor.
“El foco es pensar un arquitecto con un fuerte compromiso social y con una gran capacidad de diseño arquitectónico al servicio de los ciudadanos de cualquier lugar del mundo y en ese sentido debían ser propuestas simples de bajo costo pero que realmente significativas” concluyó el arquitecto.
En la ocasión se premió a los proyectos mejor evaluados. El jurado estuvo compuesto por Jorge Lobos, junto al equipo relator integrado por los profesores: Roberto Martinez, Juan Carlos Olivares, Antonio Zumelzu, Javiera Maira, Andrés Horn y Cristóbal Riffo.
Los proyectos ganadores y de las menciones estarán expuestos hasta mañana 28 de septiembre, en el auditorio de la Escuela de Arquitectura de la UACh.
El campamento Girasoles un memorial para el futuro
Una de las propuestas premiadas fue la resolvía la problemática de que hacer con los campamentos cuando ya no vivan personas en ellos. Los estudiantes hicieron una propuesta donde conservaban el campamento Miraflores de Valdivia como un museo para que en cincuenta o cien años se pudiera conocer cómo vivían antiguamente las personas más pobres de nuestro país.
“siempre se conservan los objetos y casas de las personas de las cumbres de la sociedad, los museos muestran siempre las realidades más opulentas. Por eso esta propuesta es muy interesante ya que propone conservar las vivencias de los más pobres de nuestro país, que es una realidad de la cual debemos hacernos cargo” afirmó el profesor.
El arquitecto afirmó que el taller fue un éxito y que la calidad de los trabajos había superado significativamente sus expectativas.