<p><em>* Esta muestra a cargo de los estudiantes de 1° año de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación estará disponible hasta el 15 de diciembre en el CIDFIL.</em><br /><br />Por tercera vez se realiza la exposición Formatos Excéntricos: Cuerpos latentes para la Poesía. En esta oportunidad muestran sus creaciones los estudiantes de 1° año de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación, en el marco de la asignatura Módulo de Comprensión de Textos: Taller de Poesía, dictada en conjunto por las profesoras Ana Traverso y Yenny Paredes, del Instituto de Lingüística y Literatura de nuestra Facultad. </p><p align="justify">Y por segunda vez es el Centro de Innovación Docente (CIDFIL) el espacio que alberga esta muestra en la que están presentes los más inesperados soportes de creación. Hacemos un adelanto con imágenes, pero dejamos abierta la invitación para visitarla.</p><p align="justify"><strong>Los Formatos Excéntricos</strong></p><p align="justify">El concepto de "Formatos Excéntricos" nace en el año 2000 como iniciativa docente de las profesoras Claudia Rodríguez y Yenny Paredes (Instituto de Lingüística y Literatura), buscando desarrollar el potencial creativo de los y las estudiantes, para incentivar la comprensión lectora y motivarlos a ir más allá del soporte clásico del libro tradicional. </p><p align="justify">De acuerdo a lo señalado por la profesora Paredes, se aspira a construir un cuerpo que guarde mayor coherencia con el contenido de cada texto, estableciendo un vínculo consistente entre forma y fondo. Intentamos explorar las posibilidades sensoriales del acto lector, las dimensiones lúdicas de la creatividad, los conceptos estéticos que pudiesen surgir y las nuevas lecturas que se generan a partir de la materialización de un soporte acorde con el significado de una obra literaria. </p><p align="justify">Guardando las proporciones, estas "esculturas poéticas" siguen la línea fundada por los llamados Libros de Artista, los Libros-Objeto, los ready-mades de Duchamp o los ya conocidos artefactos de Nicanor Parra, en tanto rompen con los principios de la encuadernación tradicional, para abrir las páginas a nuevas proyecciones tridimensionales, corpóreas, apelativas, inquietas, que desafían al lector transformándolo en espectador, vouyeur, acariciador, catador, auditor, malabarista y prestidigitador que interactúa de manera dinámica con estas criaturas. No son inocentes, están vivas, poseen aromas, sabores nostálgicos, sonidos multicolores, texturas inquietantes, encerrando incluso mensajes ocultos que podrían anidar al menor descuido en la mente del visitante. </p>