En Chile, respecto al negocio de alimentos de origen marino, aún es común un modelo basado en la extracción y comercialización de productos con poco valor agregado. Es decir, sin mayor procesamiento que genere mayor utilidad para las comunidades que basan su economía en estos recursos.
Según SERNAPESCA, durante 2017 el desembarque total de productos del mar en Chile fue de 3 millones 533 mil 116 toneladas, de las cuales el sector artesanal aportó el 40%, los centros de acuicultura el 34%, y el sector de captura industrial el 26%. Esto pone de manifiesto la gran relevancia de la pesca artesanal en cuanto a volúmenes involucrados, sin embargo, eso no se ve reflejado en los retornos y sofisticación del sector, dada su precariedad y poca agregación de valor.
Si nos centramos en el recurso alga, lo común es que éstas se extraigan, se sequen al sol, y se vendan a granel a intermediarios que las colocan en industrias donde son procesadas con distintos fines, relacionados básicamente con la obtención de bio-polímeros, usados luego como aditivos alimentarios o de otros productos. Este modelo conlleva una participación mínima de las comunidades extractoras en el negocio, que sumado a las deficiencias tecnológicas, no ayuda a que obtengan productos de mayor calidad y valor.
Hoy existen iniciativas para cambiar dicha realidad. En nuestro grupo estamos ejecutando dos proyectos al respecto: un FONDECYT Regular para investigar las propiedades saludables de algas comunes, con el fin de dar la base científica para desarrollar una industria de ingredientes con propiedades saludables específicas; y un FIC-R Los Ríos que busca implementar una planta de secado de algas, que considera el diseño e implementación de un moderno equipo y el desarrollo de un modelo de negocio que entregue mejores perspectivas para los extractores, permitiéndoles ofrecer sus productos a mejores precios y de manera más constante.
Así, si se logra desarrollar el sector en un sentido que realmente se logre dar valor a los productos del mar, podríamos ver como se mejora la vida de un grupo importante de personas, tanto económica como socialmente.