Como todos los años este lunes 07 de septiembre conmemoramos el aniversario de la fundación de la Universidad Austral de Chile. Hito que recuerda la convicción de un movimiento de ciudadanas y ciudadanos, liderados por don Eduardo Morales Miranda y Carlos Acharán Arce. Este año, sin embargo, lo conmemoramos de manera distinta producto de la crisis social y sanitaria que sufren Chile y el mundo. Compartimos con las universidades del planeta la inédita situación de tener que suspender las actividades académicas para cuidar la salud de nuestras comunidades. No había ocurrido nunca que todas las instituciones de educación superior deban suspender sus actividades en un mismo año. La internacionalización cultural y económica, tiene también el doloroso efecto de internacionalizar las pandemias. Pero ésta probablemente abre un punto de inflexión en la historia contemporánea.
Creo que esta compleja situación nacional e internacional ha servido para visibilizar las capacidades de las instituciones universitarias, en el sistema científico nacional. También ha servido para visibilizar las capacidades de nuestra propia institución en muy diversos ámbitos. Hemos visto grupos de trabajo que se han dedicado de manera decidida y generosa a contribuir en la lucha contra la pandemia. Hemos visto capacidades de innovación e investigación desplegadas por nuestras y nuestros académicos en las más diversas áreas, logrando visibilidad, reconocimiento y apoyo del sector público y privado.
Hoy somos una comunidad que supera los 18.000 estudiantes, entre pregrado y postgrado. Pronto habremos superado los 20.000 estudiantes, lo que aporta complejidad y sostenibilidad a futuro, pero sobre todo garantiza que nuestra Universidad seguirá siendo una de las instituciones de educación superior de mayor impacto y contribución al desarrollo del país y que genera oportunidades para más personas y comunidades.
Durante este año el país inicia un proceso de reflexión inédito en su historia. Un momento constituyente que generará compromisos y oportunidades también para las universidades. Como institución hemos querido generar condiciones de participación y análisis con un enfoque académico y pluralista. La comunidad regional, sin lugar a duda, agradece esa disposición de nuestra Universidad. Y lo seguiremos haciendo porque es rol de las Universidades contribuir al pensamiento crítico, al diálogo racional y a la opinión basada en el conocimiento, las humanidades y la ciencia. Es una opción universitaria y ciudadana, pero también una opción estética pues contribuye a mejorar la vida en comunidad.
Lea columna publicada en El Diario Austral Región de Los Ríos.