El Seremi de Energía de la Región de los Ríos, Pablo Díaz B., señala que el concepto de sustentabilidad que guiará su gestión se refiere a: “simplemente hacer las cosas bien (…) yo lo resumo siempre en un concepto que tiene que ver con la permanencia del ser humano, del entorno, en un ecosistema, no uno por sobre el otro Y si lo queremos llevar a la gestión ser sustentable tiene que ver con hacer bien las cosas”.
Ingeniero Comercial de profesión, con especialidad en gestión y eficiencia energética, Pablo Díaz trabajó en la UACh por más de 7 años como Jefe de Servicios Generales de la Dirección de Servicios y desde la constitución del Comité de Sustentabilidad de la UACh en octubre de 2013, se desempeñó como Secretario Ejecutivo.
¿Cómo ha asumido este nombramiento en un cargo que es de relevancia fundamental para el desarrollo de la región y del país?
“En lo personal muy contento. Es un desafío muy grande, primero porque es primera vez que un Gobierno -el Gobierno de nuestra Presidenta Bachelet-considera a la energía como un eje estratégico para el desarrollo del país. Segundo, porque esto es parte de un compromiso presidencial que tiene que ver con que ahora el Ministerio de Energía efectivamente estuviese en todas las regiones: se descentralice. Además, porque nos permite partir con la SEREMI en la región. Da un margen mayor de proponer cosas, de generar improntas, y sobre todo, porque con la Intendencia esperamos trazar cosas en común, con la visión que quiere otorgarle el Intendente Montecinos, que es generar el diálogo.
¿Cuál es el enfoque que esperan dar a la gestión del Gobierno en materia de energía?
“Creemos que es una región que tiene que aprovechar su potencial y eso implica un trabajo desde el concepto de lo sustentable. En términos simples, entendemos la sustentabilidad como hacer bien las cosas. Que cada acción que hagamos, cada proyecto que empecemos o apoyemos, se haga de la mejor manera, desde lo económico, pero sumándole también el aspecto de las personas, de la comunidad y del medio ambiente. Ninguno por sobre el otro, sino que conviviendo. Esta es una región que tiene mucho potencial. Por lo que había hecho en la Universidad, sabía de muchas iniciativas, mucha gente trabajando en energía. Desde la Seremi espero coordinar y reunir a todos estos actores. Es una región que se puede destacar por aportar a la matriz energética, obviamente por aportar con proyectos, pero con un tinte mucho más sustentable. Otro elemento clave en lo que la Presidenta establece además de una estrategia competitiva, es el de una energía inclusiva. Estamos convencidos de que un buen uso de la energía puede ayudar directamente al bienestar de las personas”.
¿En cuánto a la matriz energética cuáles son las proyecciones en la Región de Los Ríos?
“En la región siempre vamos a trabajar con la agenda que tiene el Ministerio de Energía. La agenda de energía se establece para todo el país y tiene 7 ejes fundamentales y uno de ellos es que el país debe desarrollar las energías que le son propias. Nosotros tenemos una dependencia de más del 60% de nuestra matriz energética. Es importada y tiene que ver con combustibles fósiles como petróleo, carbón, gas, etc. Lo que la agenda de energía nos pide es que podamos desarrollar proyectos de energía renovables no convencionales. Y en la región, el Intendente Montecinos está apoyando para que podamos desarrollar proyectos de energía renovable no convencionales. En el valle tenemos trabajos muy importantes en el área de la dendroenergía o la biomasa. Hay un trabajo que ha desarrollado la Universidad, CONAF, actores privados que tiene que ver con desarrollar tecnología asociada a la dendroenergía.
Tenemos algunas iniciativas relacionadas con levantar información desde la costa, donde existe potencial eólico. En la cordillera, tenemos potencial en la geotermia y quizás hacer pequeños proyectos fotovoltaicos. En la primera parte de esta Seremi vamos a aportar con levantar información. Y las decisiones que tomemos acerca de los proyectos que el Estado quiere fomentar sean a partir de la vinculación entre lo técnico y lo social. Y lo técnico incluye lo ambiental obviamente. Todas las decisiones energéticas que tomemos tienen relación con un ordenamiento territorial. Que podamos definir donde están los mayores potenciales, para que cada vez que hagamos un proyecto sea de alto impacto y bienestar social”.
¿Ya están en marcha los estudios de energía mareomotriz en nuestra región?
“Justamente el Ministerio le entregó a la Universidad Austral de Chile la responsabilidad de empezar a generar los primeros pilotos en Chile, de estudios sobre energía mareomotriz y posiblemente eso nos va a dar –tenemos una costa bastante amplia- algunas ideas que no teníamos hasta ahora. Nos va a mostrar potenciales que no teníamos contemplados. La energía mareomotriz quizás nos va a dar un potencial importante como Región de Los Ríos”.
¿De qué otra forma espera vincularse durante su gestión con la UACh?
“Por esas cosas de la agenda y del nombramiento, la primera actividad pública fue con la UACh, así que la vinculación ya se está dando. Primero porque las capacidades técnicas están en general en la Universidad y en distintas áreas y eso es lo más entretenido de todo. Hay áreas como la ingeniería, donde compartimos con el Dr. Rogelio Moreno que está trabajando iniciativas energéticas desde la climatización. Hay otros forestales trabajando muy fuertes…, el CIVA en la mesa dendroenergética, arquitectura por otro lado y así toda una gama de profesionales que me acompañaron en mi formación energética, me acompañaron en los proyectos que yo pude hacer de energía dentro de la Universidad y ahora me toca a mí acompañarlos a ellos, pero ahora desde el Estado. Hay algunas iniciativas que vamos a estar tratando de apoyar desde la Seremi para elevarlas al nivel central y obtener algún financiamiento”.
Tuvo un rol importante en la puesta en marcha del Acuerdo de Producción Limpia Campus Sustentable, desde el cargo que ocupó como Secretario Ejecutivo del Comité de Sustentabilidad. ¿Qué destacaría de este APL?
“Creo que es uno de los esfuerzos más importantes que se ha hecho en el país para que las universidades hagan de manera concreta su práctica sustentable. Muchas universidades declaraban que eran sustentables, pero no mucho de eso se reflejaba en la formación de estudiantes y sobre todo en la gestión de sus lugares físicos, ya sea campus, sedes o edificios. Así que yo creo, que este es el esfuerzo más importante que se ha hecho a nivel nacional. Ahora tenemos números, nos ordenamos, sabemos quiénes somos en términos energéticos. Sabemos cuánto estamos consumiendo mes a mes, año a año, aprendimos conceptos, antes manejábamos todo desde el punto de vista económico, dejábamos fuera las variaciones de precio. El APL nos obliga no sólo a saber cuánto pagamos, sino cuántos kilowatts estamos consumiendo, también a hacer comparativas con otras universidades y a compartir mucho. Esta experiencia debe ser un inicio, pero no se debe dejar de lado, el APL se debe transformar en un trabajo similar al que realiza la acreditación institucional. Vamos a trabajar, nos vamos a acreditar en sustentabilidad, pero si no lo vamos a revisar cada 2 ó 3 años como exige un acuerdo de producción limpia, vamos a perder todo el avance que hemos hecho”.
¿Qué otros aprendizajes valora del APL?
“Otra experiencia muy importante es que la Universidad no solamente es Valdivia. La Universidad tiene que trabajar cada una de sus sedes y cada uno de sus estudiantes. El APL es uno de los programas que permitió en el ámbito de la gestión, entender que aquello que están haciendo en Coyhaique también es aplicable en Valdivia. Conocimos profesionales que estaban haciendo cosas muy interesantes en Campus Miraflores, Sede Puerto Montt y Campus Patagonia. Es importante juntar en una mesa a gente de la academia, de la gestión, de la administración, de la investigación…Ayer estaba en una reunión donde se destacó el APL de la Universidad. Tanto las autoridades como la comunidad saben que se está haciendo un APL y qué se está haciendo en ese contexto. Otro componente importante es que exige metas súper concretas: reducción de la energía, pero en un 5%, aumento del reciclaje. Entonces nos pone metas y con esas metas nos vamos obligando a tener los respaldos y a juntarnos a conversar. Al principio lo veíamos como algo súper distante a nosotros, pero al final se ha metido tanto en la gestión que si no se hace permanente podría ser una pérdida importante. Por el ánimo que he visto y por las ganas que he sentido que tiene la gente, se va a mantener. Esperamos que también esté el compromiso de las autoridades para generar una estructura funcional que permita llevar el APL a la cultura universitaria”.
En nuestra universidad el Acuerdo de Producción Limpia considera todos los campus y sedes. En ese contexto, se hizo un trabajo importante en el Campus Patagonia…
“El trabajo que han realizado en ese Campus, tanto su director Arturo Escobar, como profesionales tales como Juan Carlos Osorio, es muy destacable. Allá se hicieron mediciones reales, que se pudieron hacer porque era un edificio. Se hicieron mediciones concretas de cómo era el consumo energético. Se midieron variables eléctricas para saber el comportamiento del edificio a través del día, y a través de los meses y a través de los años. A partir de eso se pudieron generar medidas de eficiencia energética, eficiencia de los usuarios, cómo manejarnos con la calefacción. Y ellos pensaron más allá y se tomaron de manera preponderante el rol de vinculación con el medio que tiene la Universidad. Incorporaron en el proyecto todos los conocimientos que se lograron, tanto de los docentes y de los estudiantes de la Universidad y ese conocimiento lo están traspasando a la comunidad de Coyhaique. Le llaman alfabetización energética. Están trabajando con juntas de vecinos y capacitando al círculo de maestros que tiene SODIMAC en prácticas de construcción en eficiencia energética. Todo lo que se está haciendo en el campus, se replica de manera importante en la comunidad. Lo valioso de este proyecto, es el potenciar a la universidad como motor de desarrollo del territorio donde está”.
Ha señalado que otra línea de su trabajo en la Región de Los Ríos se enfocará a la promoción de programas de formación en temas relacionados con la energía. ¿De qué manera espera concretarlo?
“Vamos a tratar de gestionar algún apoyo desde el Ministerio para un par de iniciativas que se están levantando desde la Universidad. Hay profesionales de esta universidad que tienen proyectos que generan valor en la educación, porque lo que queremos no sólo tiene que ver con difundir o con hacer gestión de la energía. Tiene que haber un programa de formación y eso implica meterse en el currículum en todos los niveles; meterse en la formación de los estudiantes básicos, medios y superiores, incluso preescolares”.