Con el propósito de asegurar buenas prácticas de conservación y gestión sustentable en uno de los puntos de atracción turística más importantes de nuestra región, el Gobierno Regional de Los Ríos dio inicio al Diagnóstico del Sistema Fortificaciones Cuenca Valdivia y Bahía Corral a través de la línea de financiamiento del programa Puesta en Valor del Patrimonio ejecutado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE ).
Algunos de los fuertes que lo conforman se cuentan entre los primeros bienes del patrimonio cultural chileno en ser protegidos como Monumentos Nacionales y han sido objeto de restauración por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas a partir de la década de 1950. Pese a estos esfuerzos, se encuentran en un estado de conservación que amerita su evaluación.
El primer paso del “Diagnóstico del Sistema Fortificaciones Cuenca Valdivia Bahía Corral” cuyo mandante es el Gobierno Regional de Los Ríos y la unidad técnica la Dirección Regional de Arquitectura del MOP Región de Los Ríos, ha sido un reconocimiento aéreo y por tierra del Castillo de Niebla, Castillo de Mancera, Fuerte Corral, Baterías de Amargos y San Carlos.
Durante el periodo de un año un equipo multidisciplinario se encargará de desarrollar un plan de manejo en el contexto histórico, cultural, económico local, proporcionando tanto para el sector público o privado los lineamientos estratégicos que permitan poner en valor el patrimonio histórico conforme a las distintas políticas a nivel regional y nacional.
El complejo fortificado de Valdivia, es considerada una obra de gran genialidad, por cuanto combina excelencia técnica y constructiva, con adecuado aprovechamiento de los recursos y la disposición geográfica, para fines de defensa. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, la fortaleza de Valdivia llegó a reunir dieciocho baluartes, entre instalaciones de vigilancia, castillos, fortalezas y baterías. Este bastión ejerció un importante efecto disuasivo entre las potencias rivales de España hasta su caída a manos de independistas chilenos el 4 de febrero de 1820, quienes lo desarticularon definitivamente