La infección por hantavirus es considerada una zoonosis viral, es decir, una enfermedad transmitida por animales, en este caso, por roedores, y cuyos síntomas se presentan de dos formas dependiendo del tipo de virus: fiebre hemorrágica con síndrome renal, en las regiones euroasiáticas, y síndrome cardiopulmonar por hantavirus en el continente americano.
En Chile sólo se ha descrito que circula hantavirus ANDV, siendo su principal reservorio el roedor silvestre o ratón colilargo, que habita en bosques y campos de nuestro país. La exposición ambiental al virus ha sido probablemente el mecanismo más importante de contagio, mediante la inhalación de partículas de sus excretas. El promedio de muerte por el síndrome cardiopulmonar por hantavirus en nuestro país varía entre el 30 y 40%. El factor de riesgo más importante (69,4%) es vivir en sectores rurales (o periurbanos en regiones de mayor riesgo), ya que se asocia directamente al hábitat del roedor reservorio, donde el desarrollo de actividades agrícolas, forestales, de turismo, u otras actividades laborales realizadas en ambientes rurales no intervenidos, aumenta el riesgo, dificultando el reconocimiento del probable sitio de infección.
Actualmente el Gobierno Regional ha financiado con fondos de Innovación para la Competitividad, el proyecto FIC15-20 que está desarrollando la Universidad Austral de Chile, con el apoyo de la SEREMI de Salud, cuyo objetivo es establecer programas de vigilancia activa en roedores, que permitan alertar anticipadamente a las autoridades y educar a la población de posibles focos de riesgo de transmisión a humanos. A la vez, hará posible producir el insumo o reactivo que permite el diagnóstico de infección por hantavirus. Un estudio previo realizado por la UACh, sobre prevalencia de hantavirus en comunidades de nuestra región arrojó una mayor prevalencia en habitantes de zonas marginal urbano (1,5%) en comparación con zonas rurales concentradas (1,3%) y rurales dispersas (0,5%).
Otro de los objetivos es determinar la localización de los roedores reservorios con hantavirus, para lo que se hará una georeferenciación de las áreas críticas en la región, con el fin de prevenir y educar a la comunidad de mayor riesgo.
LEER COLUMNA EN DIARIO AUSTRAL DE LOS RÍOS