Iván Alfredo Rivera Garrido trabaja como guardia de seguridad en la UACh hace 32 años comenzando esta labor como vigilante privado en el entonces IPV, integrándose a la Brigada de Emergencias desde que se creó en 2009.
Su principal motivación por participar fue la retribución, sirviendo en forma voluntaria a la comunidad universitaria desde este frente, labor que enorgullecen a su esposa y tres hijos. “Me mueve ayudar a la Universidad, porque a mí me ha dado mucho, entonces me motiva entregar lo que sé y lo que he aprendido”.
De los primeros tiempos en la Brigada recuerda que “desde el principio me gustó la iniciativa y si era para ayudar a la Universidad, mucho mejor; por eso tomé la decisión de participar. Empezamos con lo mínimo, de a poco fueron comprando los materiales y la ropa, hasta ahora que estamos conformes con lo que tenemos”.
Rivera valora las posibilidades que abre la brigada en términos de preparar a su contingente con cursos que son muy útiles y algunos muy especializados para actuar en situaciones de emergencia. “Además de la 6ª Compañía de Bomberos somos los que tenemos el curso de HAZMAT y nos da orgullo, porque cuando hay simulacro la ONEMI nos llama para ser inspectores”, dijo junto con citar otros, tales como los que dictan bomberos a los aspirantes a brigadista y los de primeros auxilios.
Consciente de la importante labor que cumplen los brigadistas, insta a otros funcionarios a sumarse a esta causa. “Nos interesa que cada departamento participe y que haya más personas como brigadistas, porque en este momento somos 15 y no somos suficientes”, precisó.
Dirigiéndose a sus pares guardias señala que “me gustaría que participaran, porque nosotros somos los primeros entes en llegar cuando hay una emergencia. Damos la primera respuesta y tenemos la ventaja de conocer todo en los campus, los laboratorios que hay en la Universidad y los horarios”.