Centaurodendron schillerii es su nombre y su hallazgo es tan relevante porque representa una nueva especie del grupo de plantas pertenecientes a los linajes exclusivos que solo se han desarrollado en el Archipiélago de Juan Fernández. Luego de su redescubrimiento, un grupo de investigadores nacionales e internacionales trabaja para formalizar esta especie para la ciencia.
“Su descubrimiento fue realizado por el guardaparque Ramón Schiller, quien la avistó en el verano de 2009, durante uno de sus turnos de trabajo en la Isla Alejandro Selkirk”, contó Diego Penneckamp, Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales egresado de la Universidad Austral de Chile e integrante del proyecto que lleva a cabo la Fundación ENDÉMICA. “La planta por mucho tiempo solo había sido observada desde lejos, ya que para llegar a ella era necesario una logística muy compleja. En el contexto de las expediciones efectuadas por la fundación ENDEMICA en conjunto con Guardaparques, en parte organizadas por el fotógrafo y escalador Lukas Mekis, fueron específicamente a buscar muestras de esta planta para su estudio científico posterior”, relató el profesional.
Es así como llegaron a avistar nuevamente la especie, la cual se encontraba en un sitio extremo y poco accesible. “Como ocurre con muchas de las especies particulares del Archipiélago Juan Fernández, esta especie habitaba en una pared rocosa prácticamente vertical e inaccesible, a tal punto que en el primer intento de llegar a la planta no se pudo por las condiciones climáticas”, indicó.
El lugar se denomina Quebrada el Tongo, ubicada en la parte suroeste de la isla Alejandro Selkirk, mismo sitio donde el guardaparques redescubrió otra especie que se creía extinta, el arbusto Chenopodium nesodendron.
Importancia científica
“Así como Galápagos es un lugar mundial de evolución animal, Juan Fernández lo es de las plantas”, destacó el profesional, ya que el hallazgo de Centaurodendron schillerii no solo da cuenta de la enorme biodiversidad de Juan Fernández, sino que es objeto de estudio muy relevante para la ciencia. “Es una especie cuyo linaje en específico estaba solamente conocido para la isla Robinson Crusoe, donde hay tres especies estrechamente relacionadas (Centaurodendron dracaenoides, Centaurodendron palmiforme y Yunquea tenzii), las que lamentablemente son escasas y también crecen en lugares casi inaccesibles. Con esta nueva especie se podrá entender mejor como fue el proceso evolutivo del grupo en las islas”, expresó Penneckamp, cuya labor ahora es colaborar en el desarrollo científico-técnico, es decir, la formalización taxonómica de esta nueva especie.
En cuanto a las características de esta especie, el Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales explicó que “su estructura floral es muy diferente a la de sus especies hermanas. Sus semillas están protegidas por brácteas leñosas, y son muy grandes. Poseen una muy reducida estructura llamada vilano, la que corresponde a pilosidad que sirve para que viaje por el viento. Esto significa que no se especializó en diseminar sus semillas por el viento como todas las otras especies de Asteraceas endémicas que existen en el Archipiélago”.
Agregó que corresponde a los rosette-tree (arbolitos roseta), denominados así por el botánico sueco Carl Skottsberg (1880-1963). “Estos son arbustos que se originaron desde hierbas y evolucionaron hacia el gigantismo, característica típica en evolución vegetal en islas, y que tienen una arquitectura de sus ramas dicotómica con las hojas agrupadas en los extremos”, señaló.
Para Diego Penneckamp, la flora de Juan Fernández no es un objeto de estudio reciente. Su interés se remonta a sus años como estudiante de pregrado en la UACh, lo que lo llevó incluso a la publicación de un libro. “Mi interés como botánico fue creciendo al comprender el valor de este ecosistema y tratar de aportar a su divulgación, sobre todo desde el país ya que mucha información se encuentra en otros idiomas y fuera de Chile, como también aportar en la conservación, por ello poder colaborar en la parte científica de este hallazgo es una gran motivación. Agradezco a Lukas y su equipo por confiar en mí, como también a los Guardaparques”, expresó.
En el Arboretum de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh trabaja desde hace tiempo junto al académico profesor Carlos LeQuesne en la conservación ex situ de especies del Archipiélago, logrando establecer varias especies icónicas de la flora de la isla que se han adaptado al clima de Valdivia.