La psoriasis es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel, que afecta al 2% de la población chilena. En el sur del país, existe un mayor número de pacientes que padecen esta enfermedad, por encontrarse esta zona más cercanas al polo sur y, por lo tanto, expuestos a una menor radiación solar, porque el sol tiende a mejorar la enfermedad, destaca del dermatólogo Cristian Pizarro, académico de la Facultad de Medicina de la UACh.
Asimismo, explica que la sintomatología que advierte que podemos estar frente a un caso de psoriasis es la picazón o prurito y lesiones en pliegues de codos, rodillas y lumbares con enrojecimiento y descamación en grados variables. La extensión en piel es altamente variable entre los pacientes y puede afectar sitios poco frecuentes como uñas, cuero cabelludo, palmas y plantas
“Dado que en el Hospital Base San José de Osorno, donde me desempeño, esta enfermedad a la piel es una de las primeras causas de hospitalización dermatológica y por la que se otorgan más licencias médicas y, además, es la principal causa de admisión a fototerapia, hemos incorporado, junto a la Dra. Gabriela Araya, el medicamento ACITRETIN para tratar la psoriasis extensa, grave, palmoplantar y una rara variante, pitiriasis rubra pilaris. El medicamento tiene aprobación por la FDA desde 1997 y en Chile se discontinuó el 2009. Este es un programa piloto, donde estamos haciendo un análisis de costo-efectividad, a través de la importación del medicamento, porque es el único medicamento no inmunosupresor para el tratamiento de la psoriasis y es un excelente aporte en pacientes graves que van a fototerapia”, cuenta el académico.
Además, señala, este uno de los pocos hospitales del sur del país que cuenta con cabina de fototerapia operativa y con el medicamento 8-MOP disponible, suplementario para algunas modalidades especiales de fototerapia, atendiendo anualmente a 78 pacientes que requieren controlar la psoriasis, debido a la gravedad y extensión de la enfermedad, lo que permite ofrecer una mayor gama de posibilidades de tratamiento, debido a que muchos son personas en edad productiva.
“Debemos hacer visible la enfermedad en momentos que se está discutiendo su incorporación a la Ley Ricarte Soto, por la coexistencia de otros medicamentos efectivos de alto costo (biológicos) que podrían incorporarse en esta ley y por las pocas posibilidades de tratamiento a nivel nacional con medicamentos poco disponibles, y la necesidad de contar con cabinas de fototerapia en hospitales públicos del país, las que no solo sirven para tratar la psoriasis, sino también vitíligo, linfomas cutáneos y dermatitis atópica severa”, puntualiza el dermatólogo.