Una huella humana fue lo que descubrieron los investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile (Facultad de Ciencias) en el sitio arqueo-paleontológico de Pilauco en la ciudad de Osorno. El estudio fue publicado en la revista PlosOne y da cuenta de una estructura sedimentaria correspondiente a una icnita o huella fósil de unos 15.600 años antes del presente, lo que la convierte en la evidencia humana más antigua de las Américas (tanto América del Norte como América del Sur).
“Tiene la morfología del dedo gordo del pie, y los dedos laterales bien delimitados y toda la perturbación que se hizo en el sustrato, es acorde a lo que le pasaría a cualquier persona que trata de caminar en el barro”, comentó la Dra. Karen Moreno, Directora del Magíster en Paleontología de la Universidad Austral de Chile.
Los investigadores de la UACh afirmaron que en base a la forma general de la huella, se asignó a la icnoespecie Hominipes modernus, usualmente relacionada a especies del género Homo, especialmente Homo sapiens, conclusión a la que llegaron mediante diversos experimentos donde se evaluó las propiedades del registro y las condiciones ambientales bajo las que se generó. Los resultados demuestran que esta evidencia fue producida por una persona adulta que caminaba descalza.
“Esta huella es bastante grande, tiene 23 centímetros de largo y correspondería a una talla 43 actual”, comentó la Dra. Moreno. “Basados en la evidencia disponible, concluimos que un humano produjo la huella al caminar sobre un sustrato blando, como barro o turba, saturado de agua”.
En la misma línea, los autores manifiestan en el escrito que existe presencia de artefactos de piedra en las mismas capas de suelo, los cuales aportan evidencia adicional, apoyando la hipótesis de una colonización temprana en Sudamérica, tal como se ha propuesto para el sitio de Monte Verde, ubicado a menos de 100 kilómetros de distancia, el que ha sido foco de un intenso debate en las últimas décadas.
Finalmente, la Dra. Moreno recalcó que esta huella se recuperó a una profundidad de 3 metros aproximadamente y asociada a huesos de mastodontes, material vegetal, herramientas de piedra. En capas más jóvenes se registra el impacto de un meteorito, datado con posterioridad a esta presencia humana, dejando clara la importancia de este sitio de estudio.
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