El 22 de mayo se conmemora por iniciativa de la ONU el Día de la Biodiversidad, buscando relevar la importancia de la existencia de las diferentes especies de seres vivos a nivel mundial en el contexto de la crisis que enfrenta la humanidad en las últimas décadas. En particular, es un llamado de atención para educar a la población sobre el porqué es tan importante que las especies no se extingan. Hoy en día la Tierra se enfrenta a una extinción masiva de especies que podría acabar con más de una cuarta parte de la biodiversidad mundial para el año 2100.
La biodiversidad se compone por cientos de miles de especies, desde las más espectaculares como tigres, jirafas, alerces, huemules o cisnes, a otras más pequeñas o difíciles de ver como peces, insectos o bacterias. Algunas personas se preguntarán porqué es relevante luchar por la existencia de todas las especies en el planeta. La respuesta es simple y muy clara: su equilibrio, sostenibilidad y nuestra propia existencia depende de esto. Cada una posee una función en el ecosistema y al extinguirse una, se pierden estas funciones, lo que desencadena una serie de consecuencias para otras especies.
Un ejemplo muy claro son los humedales, ya que éstos son ecosistemas claves para la mantención de la humanidad al prestar servicios ecosistémicos como la provisión de alimentos y medicinas. Por ejemplo, en los humedales existe el 40% de las especies de plantas y animales del planeta; incluyendo el 30% de todas las especies conocidas de peces. Los humedales son unos verdaderos criaderos de los peces que se pueden encontrar en el mar y que finalmente nos proveen alimento.
¡También en los humedales existen más de 100 mil especies acuáticas y cerca de 200 que se descubren anualmente! Uno de los descubrimientos científicos más impresionantes del milenio proviene de un humedal, específicamente de un salar. Allí fue descubierta una bacteria, con una enzima que es capaz de cortar de manera perfecta el ADN, logrando descifrar cómo hacer edición de genes defectuosos y generar una verdadera revolución en el tratamiento de graves enfermedades.
Los humedales también son sinónimo de belleza escénica, compuesta por paisajes de agua, coloridas aves, mamíferos, anfibios y especies acuáticas en general, incluidas las plantas que le dan su estructura. Esta belleza nos nutre más allá del utilitarismo de usar la biodiversidad para subsistir (pregúntenle a FUI!). En los humedales subsisten también la cultura, el simbolismo y la espiritualidad. Es un deber ético fundamental conservar la biodiversidad, y tenemos que hacer mucho más para lograrlo.