Aportar al desarrollo del país y de sus emprendedores, con énfasis en la construcción de una economía del conocimiento y de alto valor agregado. Todo lo anterior, impulsado desde el sur de Chile y con excelentes cifras, es lo que está haciendo Austral Incuba, incubadora de negocios de la Universidad Austral de Chile (UACh), apoyada por Corfo.
Así lo confirman los indicadores 2016 presentados por Corfo en relación a las 18 incubadoras que apoya en el país, las que sumaron un total de 888 emprendimientos incubados, los cuales levantaron capital de inversionistas por $5.153 millones, generaron 1.772 empleos y lograron ventas por $ 19.380 millones, última suma que supera en 26% a las registradas en 2015.
El balance de Corfo destaca a Austral Incuba por tener la segunda más alta valorización de los cinco mejores emprendimientos de su portafolio, solo superada por la incubadora UDD Ventures, de la Universidad del Desarrollo. En específico, las cinco empresas de Austral Incuba que informaron para el reporte de Corfo sumaron 26.2 millones de dólares en valorización.
“Como incubadora a escala humana, con una mirada sustentable y con mucho amor por la región sur austral, sabemos que las cifras son solo una parte de la ecuación a la hora de medir tu impacto y los cambios positivos que genera tu trabajo. Sin embargo, nos llena de orgullo el que toda la pasión y entrega que ponemos en esto también llegue a verse materializado en indicadores como éstos, que nos posicionan en la primera línea de las incubadoras a nivel nacional”, señala Macarena Sáez, gerente de Austral Incuba.
“Capacidades locales que generan impacto de alto valor”
Tadashi Takaoka, gerente de Emprendimiento de Corfo, valoró los buenos resultados obtenidos por Austral Incuba, destacando su trabajo desde regiones y su apuesta por el emprendimiento especializado en ciencias de la vida.
“Creo que la apuesta por ir a biotecnología es muy compleja, pero paga en el largo plazo. La valorización alta tiene que ver con que es un mercado que tiene muchas barreras de entrada, no cualquiera lo puede hacer, no es como que lo puedas comenzar en tu casa, y por ende te da más espacio para generar barreras de entrada. Lo otro relevante, es que sea en regiones. Siempre la región tiene esa visión de que está en desventaja con respecto a Santiago, lo que en parte es cierto, porque muchos tomadores de decisión están allá, pero el poder hacer uso de la capacidad que tiene Austral Incuba, la marca y lo que atrae dentro de los investigadores, lo han sabido manejar de buena forma y eso es al final del día lo valioso: cómo tomas la capacidades locales para generar impacto de alto valor”, comentó.
En cuanto a las perspectivas de la incubadora hacia el futuro, Takaoka subrayó que el primer desafío es la visión. “Como siempre digo, el trabajo de una incubadora es destruir y reconstruir, es tomar a emprendedores que tienen un buen proyecto o que tienen una buena oportunidad y tratar de guiarlos en el camino de construir algo de verdadero impacto. Dicho eso, lo primero es la visión, que no se queden los emprendedores locales solo con la región, sino que traten de escalar no solo al resto de Chile, sino que al mundo. En segundo lugar, es importante la metodología, no dejar que esto sea un tema que se vea solo como la pasión y las ganas, si no que tengan herramientas para hacer el trabajo. Y tercero, obviamente, es la masa crítica de colaboración, cómo atraes talento, cómo te haces un polo, cómo atraes ayuda de otros temas, porque en un espacio tan pequeño no te puedes dar el lujo de competir, tienes que trabajar colaborativamente con el resto”, puntualizó el experto.