El acceso a infraestructura de calidad es requisito para el desarrollo económico y social de los territorios, por lo que la conectividad integral resulta clave las transformaciones que terminen con las inequidades en todas sus dimensiones.
En nuestra región, muchos proyectos de infraestructura han estado en la agenda de prioridades, como los accesos Valdivia norte y sur, la vuelta del ferrocarril, puentes que conecten nuestra geografía, la ampliación del aeropuerto y hasta un túnel han aparecido como necesidades urgentes, proyectos de larga data y con complejos procesos para su implementación.
Pero pese a los innegables beneficios que estos proyectos aportarán al desarrollo regional, también es necesario acelerar infraestructura en sectores que han estado postergados por décadas. Aún existe falta de agua potable, caminos pavimentados, electricidad y conectividad digital en sectores rurales y periurbanos, en la costa de Valdivia se demanda accesibilidad en localidades que están a corta distancia, pero alejadas debido a su vulnerable ubicación, es posible llegar a Santiago en menos tiempo que a Isla del Rey o Corral, por ejemplo, cuando las condiciones climáticas son desfavorables.
Estas y otras desigualdades se aprecian en nuestra región, y al mismo tiempo, se constatan diferencias dentro de las mismas ciudades, en diversos barrios escasea la iluminación, áreas verdes, calles en buen estado, seguridad e incluso alcantarillado, por nombrar algunos de los servicios más requeridos por las comunidades, y a esto se agrega la necesidad de tener viviendas dignas y de calidad con prioridad en su implementación.
La inversión en infraestructura debe acelerarse en los sectores más rezagados, y desde nuestra Universidad la academia ha estado vinculándose en estos aspectos con diversos proyectos y materias que apoyan a la implementación de estos requerimientos, y continuaremos así, fortaleciendo las capacidades de los actores claves en la planificación, la implementación y mantención de los recursos físicos, sean públicos o privados.
La equidad debe ser un imperativo en la planificación de infraestructura, atendiendo la solución con factores integrales que hagan un aporte real a la calidad de vida de cada ciudadano, donde el origen y sector en el que viven no sean una condicionante.