Evaluar el grado de cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) en la Industria Cervecera Artesanal de la Región de Los Ríos, fue el objetivo de la tesis desarrollada por Aliciela Díaz, quien recientemente se tituló de Ingeniera en Alimentos de la Universidad Austral de Chile.
Los objetivos específicos de su trabajo fueron los siguientes: adaptar y aplicar una pauta de evaluación (“Check list”) que permita conocer la situación actual en las MiPyMEs cerveceras de la Región de Los Ríos; describir el grado de cumplimiento de las BPM de estas industrias y caracterizarlas, y entregar recomendaciones para corregir las deficiencias detectadas respecto de las BPM, explicó Aliciela oriunda de la Comuna de Fresia, Región de Los Lagos.
El Profesor que guió este trabajo de título fue el académico Bernardo Carrillo López del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICYTAL) de la UACh, quien valoró esta investigación como un aporte concreto a la industria cervecera de la región y también destacó la trayectoria y dedicación de la estudiante.
De igual modo informó que los resultados de esta tesis estarán prontamente publicados en la Revista AgroSur de la Facultad de Ciencias Agrarias de esta casa de estudios.
La profesional realizó esta investigación en el marco del proyecto FIC 14-08: Fortalecimiento Innovador para la Unión de Cerveceros de Los Ríos (UCR) dirigido por la Dra. Anita Behn de la UACh.
Resumen de la investigación
Durante su desarrollo se evaluó el grado de cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) en el 73% de las cervecerías artesanales de la Región de Los Ríos, la mayoría (85%) miembros de la agrupación Unión de Cerveceros de Los Ríos (UCR) de Chile, antecedentes de los que hasta la fecha no se tenía información.
Además, se obtuvo información sobre algunas características generales de estas industrias. La evaluación de las BPM se llevó a cabo mediante la aplicación “in situ”, de una pauta de evaluación “Check list” utilizada por el MINSAL de Chile para evaluar las industrias de alimentos del país y permitir el funcionamiento de éstas.
“Esta pauta contempla siete ítems: instalación, limpieza y sanitización, control de plagas, higiene del personal, capacitación, materias primas, procesos y productos terminados, y sólo se utilizó como referencia en las cervecerías artesanales”, indicó la Ingeniera en Alimentos.
Un aspecto importante de la evaluación de las BPM es la correlación que se ha encontrado aquí en Chile, entre el grado de cumplimiento de éstas con la calidad microbiológica de alimentos.
“Si bien a la industria de la cerveza en Chile no se le evalúa como una industria de alimentos, existen riesgos de carácter microbiológicos asociados a deterioros de la calidad de una cerveza, los cuales se pueden prevenir mediante un buen manejo de prácticas de higiene”, afirmó la Ingeniera.
Además -agregó- que se debe “considerar que en otros países, como Estados Unidos, España y Argentina tienen guías de aplicación y normativa aplicable a la producción de cerveza, basada en las Buenas Prácticas de Manufactura, lo cual nos indica la efectividad de éstas en la producción de una cerveza de calidad”, sostuvo la Profesional titula en la UACh.
Sobre su carrera
La carrera de Ingeniería en Alimentos de la UACh “me ha permitido desarrollar conocimiento en diferentes aspectos del área de la alimentación, así como los asociados a procesos productivos, diseño de alimentos y controles de calidad de la industria”.
“Estos saberes me han sido entregados por profesores con excelente formación académica, sabiendo de la importancia de formar profesionales conscientes, y que cualquier error en el desarrollo de nuestra profesión no será perdonable, puesto que la calidad e inocuidad de los alimentos que consumidos a diario es nuestro principal objetivo”, expresa Aliciela Díaz quien actualmente se desempeña como profesional de la Empresa Elaboradora de Alimentos Gourmet Ltda., en Valdivia.
¿Qué es lo que más destacas de ser Ingeniera en Alimentos?
“Destaco la capacidad que me entrega para desempeñarme en cualquier industria de alimentos, institución pública, investigación e incluso de manera personal con propios emprendimientos, enfocada siempre en la producción de alimentos seguros para los consumidores, los cuales cada vez son más exigentes, pero que como profesionales del área estamos preparados para enfrentar tales desafíos”.
“Ser Ingeniera en Alimentos es tener la responsabilidad de mejorar continuamente la producción, de asegurar la inocuidad de los productos, por lo que es una profesión muy necesaria en el mundo”, sentenció Aliciela.