Las actividades asociadas a plantaciones forestales, tales como cosechas de bosques o construcción de caminos, alteran la dinámica natural de una cuenca. En la búsqueda de minimizar estos efectos está inserta la tesis «Caracterización y relación entre operaciones forestales y área de protección de cuencas con calidad de agua en paisajes dominados por plantaciones forestales», estudio con el cual la Ingeniera Forestal Elda Brandt obtuvo el grado de Doctora en Ecosistemas Forestales y Recursos Naturales.
La profesional explicó que este estudio se desarrolló en un área de interés en un paisaje predominantemente forestal. “La cuenca constituye en sí misma un sistema y sus componentes son afectados o influenciados por las actividades que se desarrollen en ella. En ese contexto, actividades asociadas a plantaciones forestales alteran la dinámica natural de la cuenca e influyen aumentando la disponibilidad de sedimentos y haciendo crecer la red de drenaje de la cuenca, con lo que el transporte hacia ella es más rápido, aumentando la salida de nutrientes”, señaló.
La Dra. Brandt indicó que la calidad de este recurso también se ve alterada, ya que se incorporan componentes de origen no natural a los cursos de agua.
“Para evitar estos efectos indeseados se implementaron fajas de protección de los cursos de agua o fajas de vegetación ribereña, este último elemento clave para asegurar la mantención de la calidad del agua de las cuencas”, afirmó. Una faja de protección se refiere a un área de ancho variable adyacente a un curso o cuerpo de agua.
Entre las principales conclusiones obtenidas, la profesional indicó que “a medida que se mejora la calidad de las fajas de protección, es decir, más anchas y de mejores características de la vegetación, se obtienen mejores resultados en calidad de agua”.
Los resultados de este estudio son relevantes para la protección de las cuencas de agua, ya que a partir de la caracterización de la densidad de caminos e intersecciones caminos-cursos de agua, se puede mejorar diseños y trabajos de mantención, de tal manera de reducir o mitigar los efectos asociados a los caminos forestales en las cuencas.
“Se podría influir en el diseño de las fajas de protección de quebradas y en los tratamientos de los cruces que se producen entre caminos y quebradas”, agregó Brandt.