Si la madera en sí misma es un material noble, renovable y de gran belleza estética, lo es aún más cuando ésta ha pasado por un proceso amigable con el medioambiente que asegura su duración, calidad y resistencia. Se trata de la modificación térmica, una línea de investigación que ha desarrollado el Laboratorio de Productos Forestales (LPF) de la Universidad Austral de Chile y que hoy se potenciará con el trabajo del Dr. Maximilian Wentzel, quien dará un importante paso adelante al incorporar madera juvenil de la especie nativa raulí como objeto de estudio. Esta iniciativa se enmarca en un proyecto FONDECYT de Postdoctorado 2022 recientemente adjudicado por el Ingeniero en Maderas y que se llevará a cabo en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de esta casa de estudios.
Su proyecto, que se titula “Valorización de maderas nativas provenientes de raleos: Estudio de las características y propiedades de la madera térmicamente modificada de Nothofagus alpina procedente de plantaciones con silvicultura intensiva”, es una innovación dentro de la industria de productos forestales, cuyos resultados podrían impulsar el uso y puesta en valor del recurso nativo.
La modificación térmica es un proceso que somete la madera a altas temperaturas degradando su composición química y estructural para entregarle propiedades que ésta no posee en su estado natural. Su objetivo principal es que el material no absorba agua, lo cual aumenta su estabilidad dimensional y durabilidad, frente a los hongos xilófagos. Pero también se realzan sus propiedades organolépticas.
“En general la información de las propiedades con que se cuenta corresponde a madera de especies nativas de mayor edad. No existen estudios de cómo se comporta la madera nativa modificada térmicamente de árboles que fluctúan entre los 18 y 25 años, por lo tanto, no se sabe mucho de las propiedades de esta madera tan joven y que además provenga de plantaciones”, explicó el Dr. Wentzel. Su idea es analizar las propiedades de la madera antes y después de pasar por el proceso de modificación. Para esto, utilizará individuos provenientes de tres plantaciones diferentes, con algún grado de manejo, y analizará también los efectos que tiene la diferencia del terreno en cada una de ellas.
Un aspecto importante que el investigador remarca es la utilización de madera de raleo que en otros casos podría haberse desechado. “Se le dará un valor agregado y a partir de esto veremos el real potencial que posee el raulí. Se espera que la modificación térmica pueda homogeneizar el material y equilibrar sus propiedades”, añadió.
Colaboración que aporta a la ciencia
Cabe destacar también que este proyecto contará con la colaboración del Dr. Fernando Droppelmann, académico de la misma Facultad y experto en mejoramiento genético, que en los últimos años ha adjudicado proyectos sobre la especie en estudio, enlazando dos importantes áreas de la Universidad.
Pero, además, derivado de este postdoctorado, se han creado vínculos con el Laboratorio de Polímeros de la Facultad de Ciencias de la UACh y con otras universidades como la Católica de Temuco y la del Bío Bío en Concepción.
“La industria de la madera necesita innovación”
El Dr. Aldo Rolleri, académico del LPF y patrocinante del postdoctorante, expresó que “para nuestro equipo es una suerte tener a Maximilian. Los conocimientos que resulten de su investigación podrían desatar en innovación en diferentes otros proyectos. La industria de la madera ha madurado y ahora se debe dar paso a la innovación, y la modificación térmica nos da la oportunidad”.
Para el académico es destacable aquí la valoración del bosque nativo, pero en etapas tempranas a través de los raleos y con una tecnología amigable con el medioambiente en todo el ciclo de su proceso, como es la modificación de la madera.
Antecedentes
Maximilian Wentzel es Ingeniero en Maderas de la UACh y Dr. en Biología y Tecnología de la Madera de la Universidad Georg-August- Göttingen, de Alemania, donde comenzó sus estudios en el ámbito de la modificación térmica de la madera, analizando madera de E. nitens. Se ha desempeñado tanto en el Laboratorio de Productos Forestales de la UACh como en la U. del Bío Bío en la misma línea.
“Volver a Valdivia y a la UACh, esta vez por un postdoctorado, es una buena noticia. Hay mucho que hacer en Chile. Espero que luego de este postdoctorado contemos con una base sólida para presentar las propiedades de esta madera y ojalá tener un producto con potencial de venta a futuro, que sea de interés de la industria. Me gustaría también trabajar más adelante con otras especies nativas como roble y coihue”, manifestó.