La investigación de la interacción entre las aves playeras migratorias y las granjas de cultivo de camarón en la costa Pacífica de México, en Sinaloa, fue destacado por la Coastal y Estuarine Research Federation.
Generalmente de la industria del camarón se conocen los aspectos negativos, relacionados con la ocupación y contaminación de extensas bahías y manglares, en desmedro del hábitat natural para las aves playeras migratorias y otras muchas especies.
Sin embargo, la investigación «A potential role of shrimp farms for the conservation of Nearctic shorebird populations» liderada por el Dr. Juan G. Navedo, del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la UACh, y financiada por Environment Canada, propone que las granjas camaroneras proporcionan también un subsidio trófico importante que es aprovechado por varias especies de playeras migradoras y otras aves acuáticas. Además, estas aves no generan una pérdida para los productores, a diferencia de otras especies como pelícanos o cormoranes.
Durante la cosecha los productores abren las compuertas de los estanques, bajan el nivel del agua y cosechan el camarón. A partir de entonces el fondo de los estanques queda expuesto, habilitando así grandes superficies de limos para que estas aves puedan alimentarse, básicamente, de los poliquetos (gusanos marinos) cuya abundancia en los estanques es muy elevada. «Las concentraciones de aves y la cantidades de alimento disponible, nunca lo vi antes en humedales naturales. Por cinco o seis semanas, el tiempo que dura la cosecha en esta granja que estamos estudiando, las aves se alimentan de poliquetos a unas tasas de captura sin parangón en humedales naturales».
Las aves, la mayoría procedentes de Canadá, generalmente pasan seis meses en los humedales mexicanos (octubre a marzo) por lo que la alimentación en las granjas supondría alrededor de 1/3 del tiempo que están en lugar, período no despreciable «en relación a los requerimientos tróficos necesarios para sobrevivir en este período y, por ende, poder regresar con éxito a sus áreas de cría al terminar la temporada no reproductiva» de acuerdo al investigador.
«Ahora obtuvimos financiamiento de otras entidades de US y Canadá para continuar con los estudios en esta granja experimental y, más importante, para comenzar a estudiar el papel potencial de las granjas en uno de los humedales más grandes de América. De hecho, un estudiante de Magister de la UACh se encuentra ahora mismo en México desarrollando uno de los proyectos. Es importante resaltar que las granjas de cultivo de camarón se extienden a lo largo de grandes áreas de humedales costeros en todo el cinturón tropical y subtropical, tanto en América como en Asia, por lo que su manejo en términos de sustentabilidad representa un gran desafío a escala global. La idea general es seguir avanzando en el conocimiento para poder proponer criterios a los productores, de modo que se pueda alargar el período en el que los estanques quedan disponibles para que las aves se puedan alimentar durante la cosecha, como una especie de retribución al daño causado por la ocupación del hábitat natural para las especies migratorias», dijo Navedo.
Link a la publicación.
https://cerf.memberclicks.net/cesn-february-2015
Para más información: jgnavedo@uach.cl