El Instituto de Producción Animal (IPA) de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile (UACh) recibió la vista del Dr. Terry L. Mader, profesor emérito de la Universidad de Nebraska USA y actualmente, consultor privado en efectos ambientales en producción de rumiantes.
La estadía del Dr. Mader fue gestionada por el Dr. Rodrigo Arias Inostroza, académico del IPA y uno de los objetivos fue continuar el trabajo colaborativo que desde hace un par de años desarrollan los investigadores.
Es así que próximamente validarán un modelo matemático que predice los cambios en los requerimientos de energía neta de mantención de los animales bajo condiciones invernales en base a las variables climáticas, indicó el Profesor Arias.
Para ello- agregó- se iniciará un nuevo experimento a fines de mayo de este año en la Estación Experimental Agropecuaria Austral de la UACh, ubicada en el sector Cabo Blanco en Valdivia. Con esto, “se espera contar en el mediano plazo con una herramienta que permita tomar decisiones prácticas en la alimentación y manejo de los animales en engorda utilizando como insumo principal la predicciones meteorológicas”, sostuvo el Dr. Arias.
Exposiciones
Otra de las actividades efectuadas en esta Universidad por el Dr. Terry L. Mader junto al Dr. Arias fueron dos charlas en el marco del proyecto FONDECYT de iniciación Nº 11121320.
Este proyecto- dirigido por el Profesor Arias- se encuentra en su último año de ejecución y tiene como objetivo central evaluar el efecto de los factores ambientales y del nivel de energía metabolizable consumida por los animales sobre la respuesta productiva, la calidad de la canal (carcasa) producida y el comportamiento de éstos.
La charla del Dr. Mader se tituló “Managing Cattle confort (Environmental stress)” (Manejando el confort del ganado bovino/ estrés ambiental). En ella realizó, en primer lugar, una breve descripción de la industria de producción de carne bovina en USA.
Posteriormente, profundizó su análisis en el impacto que tienen los factores climáticos sobre el confort animal y en particular el efecto del barro sobre la demanda de energía neta de mantención, la que puede aumentar en hasta en un 300% si la profundidad del barro supera los 70 cm. Indicó que si ésta alcanza los 25 cm, un valor que fácilmente se puede observar en el campo, el aumento de la energía neta de mantención puede llegar a ser de un 50 a 60%. Asimismo, sostuvo que esa misma profundidad de barro (25 cm), el consumo de alimento se reduce en cerca de un 15% y la respuesta productiva cae en aproximadamente un 25%.
Cabe señalar que este aumento en la demanda de energía se explica por una combinación de factores que incluyen el barro en sí, las bajas temperaturas, la velocidad el viento y el hecho de estar mojados. En efecto, el Dr. Mader, señaló que un animal mojado y expuesto al viento pierde calor (energía) de 3 a 6 veces más que ese mismo animal pero seco.
Por otra parte, la charla del Dr. Arias, titulada “Efecto del consumo de energía metabolizable y de los factores climáticos sobre la fisiología y respuesta productiva de novillos engordados en el sur de Chile”, se centró en los resultados parciales del proyecto FONDECYT de iniciación, el cual incluyó una engorda invernal y otra estival.
Ambos experimentos evaluaron la respuesta de producción y calidad de la canal a dos niveles de energía metabolizable (EM) consumida, esto es 1,85 o bien 2,72 veces la EM de mantención. Los resultados presentados indican que los animales se ven afectados negativamente durante la engorda invernal, con una reducción importante en su respuesta en ambos tratamientos.
El Profesor Arias explicó que las ganancias diarias de peso fueron aproximadamente un 58 y 48% inferiores a lo esperado para la ingesta de energía consumida según lo predicho por las ecuaciones del NRC de carne (2000) en un ambiente termoneutral para los tratamientos de consumo de EM de 1,85 y 2,72 respectivamente.
De igual modo, en su alocución señaló que la calidad de la canal también se vio afectada, presentando valores de pH por sobre 5,7; valor que se considera internacionalmente como límite para cortes oscuros. También hubo diferencias para la cobertura grasa y los pesos de la canal a favor del tratamiento con mayor consumo de energía. Asimismo, presentó evidencias de que los animales que consumieron menor energía durante el inverno presentaron también temperaturas timpánicas inferiores que aquellos con mayor consumo de energía.
“En el estudio del periodo estival se registraron efectos de estrés térmico moderados durante el día (alta tasas de respiración y jadeo), pero que no afectaron ni la respuesta productiva ni las ganancias de peso esperadas. Lo anterior, implica que los animales son capaces de enfrentar de buena forma el periodo estival, el cual si bien puede presentar días con altas temperaturas, llegando incluso por sobre los 30 ºC, durante la noche caen fuertemente por bajo 10 ºC, lo que permite que los animales disipen el calor acumulado durante el día”, informó el académico.
Las exposiciones se realizaron el pasado jueves 26 de marzo a las 10:00 horas en la Sala Patricio Barriga ubicada en la Facultad de Agronomía en el Campus Isla Teja de la UACh.