El Ministerio del Medio Ambiente (MMA) está abocado a recabar información en zonas de interés biológico en la costa oeste de la Isla Grande de Chiloé, con el objetivo de reunir los datos necesarios que le permitan establecer planes de conversación y manejo consensuados con los distintos actores que usan el borde costero de la zona.
En este sentido, el MMA, dispuso fondos para desarrollar una “Línea de Base en Áreas de Alto Valor para la Conservación de la Biodiversidad (AAVC) en la Ecorregión Chiloense” proyecto que fue adjudicado a la Universidad Austral de Chile, siendo dirigido por el Dr. Eduardo Jaramillo, participando como co-investigadores el Dr. Luis Miguel Pardo (UACh) y el Dr. Fabio Labra de la Universidad Santo Tomás de Santiago.
El objetivo del estudio fue elaborar un catastro sobre la biodiversidad de la zona costera marina adyacente al sector norte del Parque Nacional Chiloé con el fin de proponer medidas para la conservación y uso sustentable del sector. Este incluye playas arenosas, intermareal rocoso, submareal rocoso y submareal de fondos sedimentarios de la costa extendida entre Guabún por el norte e Isla Metalqui por el sur.
El Dr. Jaramillo sostuvo que para la costa expuesta de la Isla Grande de Chiloé, existe menos información biológica que para el mar interior de Chiloé, donde permanentemente se realizan campañas científicas. Debido a sus particularidades y relevancia ecológica, esta zona necesita entre otros aspectos, de un detallado catastro de las especies bentónicas presentes y de una análisis de la biodiversidad del área para establecer criterios de conservación a utilizar en el futuro, ya sea para la protección de ambientes particulares, especies raras o zonas calientes (“hot spots”) de diversidad biológica.
Los muestreos se desarrollaron durante octubre de 2012 en las playas arenosas de Guabún, Mar Brava (sectores norte y Sur), Puñihuil, Pumillahue, Duhatao y Chepu, en el intermareal rocoso de Guabún, Mar Brava, Duhatao e Isla Metalqui y en el submareal de fondos rocosos y sedimentarios de Guabún, Puñihuil, Duhatao y Metalqui, sitios donde se recabó información sobre abundancia de especies móviles y cobertura de especies sésiles, datos que más tarde se integraron en paquetes computacionales que permitieron desarrollar las propuestas de conservación.
Talleres en Puerto Montt y Ancud
Como parte del proyecto, se estableció la realización de talleres que promovieran la participación de actores relacionados con entidades gubernamentales sectoriales, pesca artesanal, turismo y ONGs, con el fin de que conocieran los alcances del estudio. Estos se realizaron los días 30 de mayo y 6 de junio en Puerto Montt y Ancud, respectivamente.
El Dr. Jaramillo explicó que la investigación presentada, sólo funciona como un insumo de información a las autoridades y tomadores de decisiones, ya que aborda desde el punto de vista científico, los aspectos de biodiversidad que presentan los sitios antes mencionados.
Los Drs. Jaramillo, Pardo y Labra expusieron los alcances de sus estudios específicos, con el afán de explicar la metodología empleada y los datos levantados. Fue así como el director del proyecto, habló detalladamente sobre la fauna que habita en las playas arenosas del sector, mostrando como los valores de abundancia de las mismas, además de la cobertura vegetal de las dunas, características físicas de las playas y desarrollo de las mismas pueden ser integrados en índices de conservación y recreación, que permiten sugerir que playas debieran ser mantenidas para conservación de la biodiversidad o para recreación y desarrollo costero. Este tipo de índices es primera vez que se usa en Chile y se derivan de un trabajo recientemente publicado con datos de playas de Sudáfrica, Australia, Chile y Uruguay y donde Jaramillo es coautor.
El Dr. Jaramillo explicó también la importancia que tienen organismos de las playas arenosas como chanchitos o pulgas de mar (especies dominantes) en la cadena trófica que alimenta a aves residentes y migratorias en este tipo de ambientes costeros.
En tanto, el Dr. Pardo buceó junto a su equipo de trabajo en los fondos submareales rocosos del área de estudio, identificando especies mediante metodologías complementarias, como recolección de muestras, fotografías y video grabaciones. El investigador expresó que para medir biodiversidad se utilizó el índice de Shannon que permite relacionar el número de especies y la abundancia de las mismas en un determinado lugar, constatando que la biodiversidad en la costa estudiada no es muy alta, pero si la riqueza de especies.
En un análisis detallado del buceo que abarcó profundidades de 5 hasta 25 metros, el análisis de las muestra mostró que en el submareal rocoso de Guabún se determinaron 83 especies, dominadas por crustáceos (jaibas, camarones, arañas de mar), seguidos por macroalgas y esponjas. En el submareal de Puñihuil, el investigador expuso que a simple vista se nota una mayor riqueza de especies (89), dominada por moluscos, crustáceos y macroalgas. En el submareal rocoso de Duhatao dominan los moluscos, crustáceos y macroalgas a la vez que en el submareal de Isla Metalqui, el grupo dominante fueron las macroalgas, seguidas de pepinos de mar contabilizándose un total de 65 especies.
A modo de resumen y sólo analizando los datos del submareal rocoso, el Dr. Pardo expresó que todos los sitios tienen un potencial para desarrollo del ecoturismo, por la belleza escénica que presentan y por la cantidad de especies a observar. Guabún y Duhatao, pueden presentar actividad económica extractiva a diferencia de Metalqui por sus características de Isla y de Puñihuil, que está dentro de un Monumento Natural, por lo que su conservación está asegurada.
Finalmente el Dr. Labra, utilizando información existente en estudios pasados, más los datos aportados por el presente proyecto, realizó un cruce informático que le permitió traducir en gráficos y datos numéricos, cuáles son las áreas de alto valor que son susceptibles de conservar para preservación de la biodiversidad marina del área de estudio.
El Dr. Jaramillo fue enfático en señalar que el equipo de trabajo llevó adelante el estudio con el fin de aportar información que sirva como antecedentes y argumentos de base, al momento que las autoridades políticas generen lineamientos respecto al uso del borde costero, ya sea para esparcimiento, conversación o extracción de recursos marinos de importancia económica.
Seremía
El Seremi del Medio Ambiente de la Región de los Lagos, Edgar Wilhelm, explicó al finalizar el taller en Ancud, que para ellos es importante contar una línea base de lo que existe en la fracción costera del sector noroccidental de la Isla Grande de Chiloé, con el objetivo de tomar decisiones desde el punto de vista de ordenamiento territorial.
“Esto se encuentra dentro de un cruce de información y datos que necesitamos, porque estamos prontos a presentar un proyecto al Gobierno Regional, bajo la categoría de administración como “Paisaje de Conservación” o “Zona de Amortiguación” cercana a los parques, lo que nos permitirá elaborar normativas de uso y este estudio contribuye a una mejor toma de decisiones”, señaló.
Cápsula de video sobre estudio en Chiloé.