Discutir e informarse sobre las amenazas a las que se ven enfrentadas tanto las plantaciones como el bosque nativo es el principal objetivo de los comités técnicos convocados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que se reúne tres veces al año en diferentes ciudades del país. La última de estas jornadas se llevó a cabo en la Contraloría General de la República en Valdivia y contó con la participación del Laboratorio de Salud de Bosques de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, la Corporación Nacional Forestal, empresas forestales, Instituto Forestal e instituciones de educación superior.
En esta oportunidad el Comité Técnico Público-Privado, acompañado por la presencia del director regional del SAG, el ingeniero forestal Pablo González, se enfocó en la vigilancia y control de Pissodes castanues, un insecto cuarentenario presente, sometido a control oficial, que está en algunas localidades de Chile.
“Se explicó cuál ha sido su avance desde el año pasado y qué trabajo se ha realizado en cuanto a su control biológico. En Chile, este insecto se ha detectado en árboles jóvenes, sometidos a condiciones de estrés, así como se le ha detectado en desechos forestales y árboles quebrados. Se alimenta de la corteza y ramillas, creando una herida en el árbol”, explicó el Dr. Cristian Montalva, académico de la UACh.
El docente señaló que también se informó sobre la vigilancia y control de Fusarium circinatum, un hongo que se asocia a viveros de Pinus radiata. “Se piensa que Pissodes castaneus facilita su entrada a los árboles a través de la herida que genera”, indicó.
En este contexto, se presentaron los avances proyecto liderado por CPF S.A. “Sistema de alerta temprana y monitoreo de Pissodes castaneus basado en una cápsula multicapa de semioquímicos identificados a partir de su hospedero Pinus radiata”.
Durante el segundo bloque, la reunión se enfocó en la situación actual de Melanophila cuspidata, especie exótica asociada a árboles quemados por incendios y la presión de ingreso y vigilancia de Monochamus/Bursaphelenchus xylophilus. Ambos organismos son plagas cuarentenarias ausentes del país. Si bien Monochamus no provoca daño en los árboles, actúa como vector del nematodo (B. xylophilus), el cual sí ocasiona la muerte del árbol atacado.
Generando redes para la salud del recurso forestal
Para Cecilia Ruiz, investigadora del Laboratorio de Salud de Bosque, la participación en este comité, creado en 2018 (antes se realizaban comités por tipo de plaga), es muy relevante ya que se produce un feedback entre las empresas y las instituciones. “Las empresas son las que poseen la mayoría de las plantaciones forestales. Se toma en consideración su opinión y sugerencias, así también se valora la opinión de los representantes de las universidades, ya que son quienes pueden postular a proyectos, abordando estos temas que se ponen en carpeta como los más relevantes a nivel país”, expresó la Dra. Ruiz.
Cabe mencionar que el Laboratorio de Salud de Bosques de la Universidad Austral de Chile estudia distintas estrategias de manejo que permitan reducir las poblaciones de insectos y hongos que generan daños, tanto a plantaciones exóticas como bosque nativo. El énfasis está en el control biológico, mediante la búsqueda de enemigos naturales que, de forma eficiente, amigable y sustentable con el medioambiente, ayude a mantener la salud de los bosques.