Los esfuerzos que distintos países realizarán con el fin de reducir sus emisiones para la mitigación del cambio climático se denominan NDC y nacen del Acuerdo de París. Chile ya ha presentado la actualización de sus compromisos a ser presentados en la conferencia COP25, los que fueron compartidos para consulta pública, y a raíz de los cuales un grupo de científicos ya ha expresado su opinión. Entre ellos, el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile (UACh) e investigador principal del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, Dr. Antonio Lara.
Para el académico, la principal preocupación frente a este tema es que estos compromisos realmente se cumplan y que las medidas propuestas sean permanentes. Uno de los NDC expresa que Chile se compromete al manejo sustentable y recuperación de 200 mil hectáreas de bosque nativo, lo cual es valorado por el Prof. Lara, ya que “representa una mejoría respecto de compromisos anteriores porque implica el doble de la superficie si lo comparamos con NDC presentada en la COP21 en París el año 2015”. En este punto, valora que se reconozca la importancia del bosque nativo en la captura de carbono. “La cifra oficial del Inventario de Gases de Efecto Invernadero en Chile indica que el bosque nativo captura 60 millones de toneladas de CO2 al año, por eso es tan relevante su conservación y restauración”, afirmó.
Sin embargo, la propuesta de Chile de forestar 200 mil hectáreas de bosque, de las cuales al menos 100 mil corresponden a cubierta forestal no permanente (es decir, sometida a talas rasas en rotaciones sucesivas), no convence a los investigadores, ya que en la práctica implica que esta superficie va a estar destinada a especies exóticas. “Si bien las plantaciones de pinos y eucaliptos capturan CO2 (aunque menos que el bosque nativo), éstas se cortan, y debido a que aproximadamente el 54 % de los productos derivados de las plantaciones son de vida corta, como la celulosa, el papel, pañales, además de leña, en pocos años el carbono ya está de nuevo en la atmósfera. Además, hay que considerar las emisiones asociadas al transporte y a la industria forestal asociada a estas plantaciones”, advirtió Lara.
Respecto al compromiso de reducir las emisiones por degradación y deforestación de bosque nativo en un 25% al 2030, considerando las emisiones y promedio entre el período 2001-2013, el Prof. Antonio Lara comentó que este objetivo es demasiado ambicioso y no especifica cómo se pretende lograr.
“Hicimos propuestas enfocadas en maximizar la captura y secuestro de carbono. Asegurar que cualquier medida sea permanente. No servirían a este objetivo las plantaciones de exóticas. Es necesario minimizar las emisiones por pérdida de cobertura vegetal asociadas a incendios, deforestación y otros cambios de uso de suelo. Por otro lado, se deben estimar compromisos de provisión de agua ya que, de acuerdo a nuestras investigaciones, esta depende de la cobertura forestal que se use para la captura y secuestro de carbono”, enfatizó.
Opinar con consulta ciudadana aquí hasta el 2 de diciembre.