Especialistas chilenos, colombianos y españoles fueron los invitados al seminario “Poder Judicial: propuestas para una nueva organización y administración”, que realizó la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Austral de Chile con el patrocinio del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) y con el auspicio de la Asociación Nacional de Magistrados.
En sus palabras inaugurales, el decano Dr. Andrés Bordalí Salamanca, valoró el espacio que esta Facultad le brinda a los jueces para dialogar sobre el aumento de independencia del Poder Judicial, por ejemplo, «para ello esta actividad ha concitado la presencia de juristas que puedan ejemplificar los cambios desarrollados en los consejos de las judicaturas de España y Colombia; así como poder referirnos a la experiencia al interior de la judicatura chilena con los protagonistas de esta discusión», señaló la autoridad universitaria.
El encuentro contó con la participación de María Mercedes López, magistrada del Consejo Superior de la Judicatura de Colombia; Andrés Bordalí, profesor de la UACh; Eduardo Calvo, magistrado del Tribunal Supremo español; María Francisca Zapata, Jueza de Garantía de Santiago; y Germán Olmedo, juez del Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia.
La actividad fue organizada en el contexto del proyecto de investigación del Dr. Andrés Bordalí «El gobierno de un poder judicial difuso» (Fondecyt 2012 – 2014, Nº 1120232), quien expuso en la oportunidad sobre «La independencia de los jueces chilenos dentro de la estructura judicial».
Visiones nacionales y extranjeras
Las experiencias extranjeras estuvieron a cargo de magistrados españoles y colombianos. El Magistrado del Tribunal Supremo español y miembro de la Asociación Jueces por la Democracia, Eduardo Calvo Rojas, presentó un análisis crítico del Consejo General del Poder Judicial español.
“El Consejo Superior de la Judicatura en Colombia, garante de la autonomía e independencia de la rama judicial: logros y retos» fue el tema que abordó la Magistrada del Consejo Superior de la Judicatura de Colombia, María Mercedes López Mora. “La autonomía involucró manejo del presupuesto y establecimiento de un sistema de carrera judicial. Para ello, por ejemplo, se redujo el margen de impunidad, se especializó la materia disciplinaria de los funcionarios judiciales, los abogados en ejercicio se hicieron sujetos disciplinables”, reseñó la Magistrada, quien además agregó que hubo un fuerte incremento de la familia judicial y de profesionales de la abogacía: “del año 2003 a la fecha ha aumentado en un 50% la cantidad de funcionarios judiciales (actualmente 4.984); en cuanto a los abogados hubo un incremento del 100% en el periodo 200-2013, registrándose 203.107 profesionales en Colombia”.
Sobre los logros, Colombia hoy presenta una reducción en los tiempos procesales; se está logrando una rama judicial mejor capacitada; se consolidó la independencia del poder judicial de la tutela del ejecutivo y del legislativo; se ha construido una dogmática, categorías y técnicas de garantía, propias del derecho disciplinario; los resultados de las investigaciones disciplinarias de funcionarios judiciales son un hecho cierto y “se recuperó la dignidad personal de los servidores judiciales y la práctica del respeto de sus derechos económicos y de seguridad social”, indicó la magistrada López.
La postura de la Asociación Nacional de Magistrados de Chile fue planteada por su vicepresidenta, la Jueza de Garantía de Santiago María Francisca Zapata García, quien presentó la ponencia «Lineamientos generales para un nuevo estatuto del juez«. La magistrada también se refirió a los desafíos que enfrenta la carrera judicial a nivel de sus distintos subsistemas, como el de capacitación “donde la Academia Judicial debiera replantear su rol si pretende tener un motor de profesionalización; asimismo, las Categorías debieran contemplar programas de especialización por áreas determinadas”. En cuanto al régimen de evaluación del desempeño, para la Asociación de Magistrados éste debe concebido como un sistema de mejora de la actividad judicial y de apoyo al trabajo del juez que contribuya a fortalecer la eficiencia, eficacia y calidad de la administración de justicia. Es el sistema de medición de las pautas de conductas del juez comparadas con un estándar, desde el normal desenvolvimiento hasta la excelencia.
Los lineamientos generales para un nuevo modelo de carrera judicial concitan la separación de funciones jurisdiccionales de las de gobierno judicial, para depositar estas últimas en manos de un órgano capaz de coordinar las diversas reparticiones (de carrera y nombramientos). “Los lineamientos de nuestro modelo presuponen pensar la Carrera Judicial como un sistema semi-independiente en la perspectiva general del sistema. Tiene residencia exclusiva en el Escalafón Primario, sin embargo se encuentra relacionado en forma unívoca, (no recíproca) con el sistema de nombramientos y determinado en forma débil por el órgano de Gobierno global. Se asienta en dos subsistemas: de Capacitación y de Control, con los cuales mantiene una relación cooperativa, pues son los encargados de entregarle la información necesaria para su funcionamiento. Por lo tanto, es posible prever que de este modelo de organización surjan interacciones independientes desde el punto de vista de cada operador, pero finalmente colaborativas desde el punto de vista sistémico”, señaló Zapata.
Por su parte, el Juez del Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia y profesor de Derecho Procesal de la U. Austral de Chile, Germán Olmedo Donoso, se refirió a las propuestas para un nuevo sistema de calificación de los jueces chilenos.