Emoción fue el sentimiento que predominó durante el acto de cierre del trabajo de voluntariado que efectuó el grupo “Ciencia y Arte” de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, con jóvenes que poseen necesidades educativas especiales pertenecientes al Centro de Integración Laboral CEILA de Valdivia.
Esta iniciativa, que contó con el apoyo de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Austral de Chile, inició en el mes de agosto del 2013 y consistió en realizar actividades lúdico-educativas orientadas a las desarrollar las habilidades sociales de los integrantes de este Centro quienes cuentan con problemáticas asociadas a la discapacidad cognitiva.
Pedro Aburto, Técnico Anatomista del Instituto de Farmacología y Morfofisiología Veterinaria, y fundador de “Ciencia y Arte” explicó que está agrupación está conformada por estudiantes con talento y especialmente motivados en el tema de las preparaciones anatómicas, quienes tras la realización de una actividad puntual con el Centro CEILA decidieron transformar el vínculo establecido en un trabajo de largo aliento que ofreció a los jóvenes la oportunidad de conocer más sobre los animales, pero fundamentalmente les permitió relacionarse en otros estudiantes y compartir experiencias.
“Los chicos venían a la Facultad una vez a la semana y aquí les preparamos variadas actividades que consideraron el aprendizaje en el cuidado de sus mascotas y el conocimiento respecto a los órganos y huesos que forman parte de los animales y del ser humano. Para esto pintamos poleras, huesos, hicimos llaveros y pudieron conocer de cerca de las aves y sus sonidos gracias a la colaboración del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, así como también pudieron visitar al Haras Militar Pupunahue donde tuvieron contacto con especies equinas”, expresó Aburto.
En esta línea, el anatomista agregó que: “Lo gratificante de esta experiencia fue que ellos aprendieron a trabajar en equipo y constataron de nosotros que ‘querer es poder’. También es emocionante ver que para ellos instancias como esta significan dejar de lado el maltrato y la discriminación que muchas veces sufren por parte de quienes se dicen normales”.
Una nueva mirada
Desde el punto de vista de los docentes que trabajan en el Centro de Integración Laboral CEILA, su Directora Leyla Barria, indicó que este proyecto fue muy relevante ya que evidenciaron mejoras en el comportamiento de los jóvenes. “Se les abrió un mundo nuevo ya que esta es una realidad a la cual no tienen acceso frecuentemente, pero se trata de un acceso diferente que les entregó una visión acerca de sus potencialidades y de lo que pueden llegar a hacer”.
Por su parte, Yasna Álvarez, alumna de CEILA, expresó que le gustó mucho la actividad y se sintió muy entusiasmada. “Aquí conocimos a otros chicos y conocimos la Universidad. Aprendí sobre los huesos y vi cómo son las patas de la vacas y las partes del cuerpo humano, cosas que no sabía”.
Finalmente, Leslie Cortés, voluntaria e integrante del grupo “Ciencia y Arte”, comentó que para ella participar en este proyecto ha sido una gran experiencia. “Cuando piensas en trabajar con gente diferente uno se predispone a ello, sin embargo este resultó ser sólo un grupo de jóvenes trabajando en común lo cual es sin duda muy motivador. Además es positivo porque puedo mezclar mi carrera con un rol social en el ámbito de la educación y en el desarrollo de las personas”, concluyó.