Escrito por la M.Sc. Dr © Karin Barrientos Espinoza, integrante del Equipo Apícola y estudiante del Doctorado en Ciencias Agrarias. Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la Universidad Austral de Chile.
La abeja melífera (Apis mellifera L.) es uno de los más importantes polinizadores del planeta, tanto de especies botánicas silvestres como cultivos agrícolas. Además proporciona miel y otros productos, que son fabricados en sus colonias. En Chile, este insecto, es responsable de la producción en cantidad y calidad, de semillas (ej. raps, forrajeras) hortalizas (ej. melón, sandía) y frutas (ej. almendra, frutilla, kiwi, manzana, palta, pera).
Debido a estos atributos, a los serios problemas que han enfrentado estos polinizadores y a otros factores, la apicultura se ha trasladado a asentamientos urbanos, de gran tamaño como ciudades o más pequeños, pueblos. En grandes ciudades del mundo, como Berlín, Londres, Paris, entre otras, se pueden encontrar colmenas de la abeja melífera; y Chile no es ajeno a esta realidad. Si bien, en nuestro país, la apicultura urbana no está regulada, existen apicultores o personas que tienen colmenas en sus hogares, las cuales poseen fines productivos y/o para el consumo y uso personal de sus productos.
Chile, al igual que el resto de los países del mundo, ha sido afectado por la enfermedad causada por el coronavirus COVID-19. Esta patología infecciosa, ha tenido un enorme impacto en nuestra forma de vivir, provocando que se adopten una serie de medidas, de corto o largo plazo, que permitan contener la propagación de este virus. Dentro estas medidas se encuentra la sanitización de los ambientes, a consecuencia de la sobrevivencia del virus en distintas superficies, la cual podría ser de horas o días. Según el Ministerio de Salud (MINSAL), en el “Protocolo de limpieza y desinfección de ambientes – COVID-19”, los desinfectantes ambientales más utilizados son soluciones de hipoclorito de sodio, amonios cuaternarios, peróxido de hidrogeno y fenoles. En base a la información que circula en los medios de comunicación, son los amonios cuaternarios los que estarían siendo utilizados para desinfección. Estos productos corresponden a una serie de compuestos, dentro de los cuales encontramos al cloruro de amonio y el cloruro de cetilpiridinio; los cuales, según la Environmental Protection Agency (EPA), son parte de los desinfectantes utilizados contra el COVID-19.
La sanitización también incluye espacios públicos; y como señala el protocolo del MINSAL, el cómo se efectué la desinfección, es de responsabilidad del prestador de servicios. Esta particularidad deja, de alguna manera, la ventana abierta al tipo de producto, dosis, momento del día de la aplicación, tipo de instrumento utilizado, es decir si son camiones con nebulizadores o aspersores o drones; y periodicidad de las aplicaciones de los productos. Si estos puntos no son clarificados por la unidad territorial pertinente, pueden tener relevancia para los apicultores o personas que practiquen la apicultura urbana. Se ha descrito que estos productos provocan una serie de efectos negativos sobre los humanos y animales domésticos, y los peligros que conlleva contaminar con estos productos, fuentes de agua. Sin embargo no existen especificaciones respecto al impacto que pudieran tener sobre otros organismos como son las abejas de la miel y su persistencia en las flores.
Como sabemos la abeja melífera es un insecto social, que se comunica mediante señales químicas, físicas y visuales. Recolectan su alimento, es decir polen y néctar, de las plantas, durante el día, para trasladar dichas recompensas nutricionales a su colonia. Se estima que la mayor frecuencia de pecoreo se desarrolla cuando las temperaturas son relativamente altas (periodo entre el medio día y media tarde). Estos insectos también consumen agua, la cual resulta importante para la termorregulación y mantención de la humedad optima dentro de la colonia. Durante el periodo de invernada, la actividad de la colonia disminuye, pero el pecoreo persiste, aunque no con la misma frecuencia que en los meses de primavera-verano.
Los aspectos, antes mencionados, hacen necesario tomar ciertos resguardos con nuestras abejas melíferas, cuando existan desinfecciones en zonas urbanas o rurales. Las medidas que podemos tomar son, cambiar de posición las colmenas y dejarlas en un área protegida, cerrar las piqueras por un período limitado, proteger los dispensadores de agua y cambiar el agua de estos, después de una labor de sanitización. También es necesario llevar un registro, de los días en que se hagan aplicaciones, y de la actividad de la colonia, para ver si existe algún cambio conductual o mortalidad anormal. Es importante destacar que los apicultores o personas que posean colmenas urbanas, deben seguir una serie de buenas prácticas y mantener una sanidad óptima; con el fin de no confundir posibles efectos de los desinfectantes, con efectos negativos atribuidos a malas prácticas apícolas.
Dossier:
El Equipo Apícola, perteneciente a Instituto de Producción y Sanidad Vegetal, de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias, Universidad Austral de Chile, está conformado por una serie de profesionales: profesor Ingeniero Agrónomo Miguel Neira Caamaño, distinguido profesional con años de trayectoria en el ámbito de la apicultura chilena; la Ingeniera Agrícola Leticia Silvestre Rivera, con amplia experiencia en el rubro apícola, en temas de palinología y sanidad; y encargada responsable del Laboratorio de Entomología, Instituto de Producción y Sanidad Vegetal. Y la M.Sc. Karin Barrientos Espinoza, investigadora joven y candidata a doctora del programa de Doctorado en Ciencias Agrarias, que ha trabajado en temas de nutrición y sanidad apícola. El equipo también cuenta con la asesoría del profesor ad honorem Dr. J Roberto Carrillo Llorente, quien posee una amplia trayectoria en el área de entomología y formación de estudiantes de doctorado.