En sí misma es una ciudad muy especial, aún pequeña, pero acogedora, amable y diferente a todas las otras capitales regionales, partiendo por el hecho de que es la única que se encuentra “al otro lado de la cordillera”.
La Región de Aysén es uno de los territorios más prístinos de Chile, donde más del 50% de su territorio está compuesto por áreas silvestres protegidas, lo que genera un laboratorio natural de estudio para todas las disciplinas del amplio mundo del conocimiento.
La diversidad de ecosistemas presentes en la región permite que los y las jóvenes puedan vincular sus estudios con el entorno natural de manera sustentable, tanto para las carreras técnicas universitarias como para las carreras y programas de pregrado. Estepa, glaciares, montañas, bosque siempre verde, entre otros, son los atributos que posee una de las regiones más jóvenes del país.
Coyhaique, capital regional, está rodeado de lagos, ríos, reservas, parques nacionales y monumentos naturales, lo que sin duda es un espacio propicio para el desarrollo personal, profesional y laboral. En ese entorno, el Campus Patagonia UACh cuenta con un terreno de 5 hectáreas aprox., donde hay tres edificios construidos: el Pabellón Científico, Pabellón Docente y un moderno Taller Laboratorio con tecnológica de punta, único en la región.
Al elegir Coyhaique es posible estudiar en un ambiente tranquilo, donde se tiene la posibilidad de recorrer la ciudad caminando o en bicicleta. Los tiempos son distintos a otros sitios urbanos del país y se disfrutan las 4 estaciones del año, cada una de ellas con sus particularidades.
Las principales actividades que se pueden realizar en Coyhaique y la Región de Aysén son kayak, escalada en hielo y roca, estudios geográficos, análisis de flora y fauna, senderismo, navegar por el lago más grande de Chile, entre otros.
Las principales actividades que se pueden realizar en Coyhaique y la Región de Aysén son kayak, escalada en hielo y roca, estudios geográficos, análisis de flora y fauna, senderismo, navegar por el lago más grande de Chile, el General Carrera, más conocido como Lago Chelenko por los tehuelches y que en Argentina comparte el nombre de Lago Buenos Aires. Además, se pueden desarrollar estudios de la vegetación y diversidad frutícola, así como también la creación de nuevos productos agroalimentarios que se relacionan con las manzanas, maqui y calafate, entre otros.
Los y las estudiantes del Campus Patagonia tienen la posibilidad de visitar otros centros urbanos como Puerto Aysén, ubicado a 61 kms. de la capital regional; Puerto Cisnes, zona costera donde pueden ver la diversidad de fauna marítima; y La Junta, donde comienza la Región de Aysén, rodeada de montañas y los mejores quesos de Chile.
Más al sur de la capital regional, nos encontramos con Villa Cerro Castillo, donde se encuentra el Parque Nacional Cerro Castillo, hábitat natural del huemul. Seguimos en la ruta y llegamos a Puerto Río Tranquilo, encontrándonos con el Monumento Natural y Santuario de la Naturaleza Capillas de Mármol. En Cochrane, a 335 kms. de la capital regional aprox., se ubica el Parque Nacional Patagonia, donde encontramos una enorme diversidad de fauna como guanacos, pumas, zorros, etc. Además, avanzando unas dos horas en vehículo, llegamos a Caleta Tortel, una comuna construida con pasarelas, y al final de la Carretera Austral está la localidad más aislada de la región: Villa O’Higgins.
El Campus Patagonia aspira a ser reconocido por sostener un sello distintivo en educación, en la formación profesional, continua y de postgrado y de investigación de excelencia.
Fuerte componente cultural regional
Para el Director del Campus Patagonia, Dr. Alejandro Reyes, “evocar a la Patagonia introduce inmediatamente en el imaginario la sensación de lugares hermosos, agrestes, de difícil acceso muchos de ellos, con enormes extensiones de bosques vírgenes, incluyendo maravillosos paisajes naturales, conformados por lagos, ventisqueros, impresionantes bosques y un sinfín de paisajes, innumerables islas, glaciares, estepas siempre sacudidas por el viento y también inviernos crudos, localidades lejanas, a veces muy lejanas”.
El Director destaca que la Patagonia además evoca la sensación de aventuras, de desafíos, de una cultura de inmigración autosustentada, con escaso apoyo estatal y, por lo mismo, con un fuerte componente cultural autóctono.
Coyhaique, comenta, es la puerta de entrada a la Patagonia, lugar que concentra todos los servicios públicos y en el cual se articulan la mayor parte de las actividades productivas, turísticas y culturales de la región. “En sí misma, Coyhaique es una ciudad muy especial, aún pequeña, acogedora, amable y diferente a todas las otras capitales regionales del país, partiendo por el hecho que es la única que se encuentra ‘al otro lado de la cordillera’”.
A su juicio, la oferta de carreras de educación superior en Aysén se encuentra en activo desarrollo, siendo el Campus Patagonia la unidad a través de la cual la Universidad Austral de Chile proyecta su visión de ser una Universidad de excelencia, comprometida con el desarrollo sostenible, a partir del saber científico y humanístico, del avance tecnológico y la creación artística, concordante con su trayectoria de libertad y pluralismo.
“Comprometidos con el sello institucional de ser una Universidad de creación ciudadana y función pública, el Campus Patagonia aspira a ser reconocido por sostener un sello distintivo en educación, en la formación profesional, continua y de postgrado y de investigación de excelencia, emplazado en el territorio de más alto valor prospectivo del país, referente en cambio climático, sustentabilidad y de adaptación de la matriz productiva a nivel regional. Además, aspiramos a transmitir y consolidar el sello humanista de nuestra institución, promocionando el arte y la cultura como un eje transversal de nuestro quehacer y que tribute a la formación integral de nuestros estudiantes y de vínculo con la comunidad regional”.
La oferta académica incluye una carrera de pedagogía, programas de bachilleratos que luego de 2 años de formación habilitan para continuar diversas carreras de continuidad en otras sedes en Valdivia y Puerto Montt y varias carreras técnicas y programas de continuidad de estudios a títulos profesionales, que destacan por la calidad de la formación impartida, como por su estrecha vinculación con las necesidades del territorio.
“Estudiar en la Patagonia entonces no solo implica la posibilidad de estar más cerca de espectaculares atractivos naturales y turísticos, sino que apropiarse del concepto de la Patagonia como laboratorio natural y reserva de biodiversidad”, finaliza el Dr. Alejandro Reyes.
Testimonio: «El Campus Patagonia cuenta con personas increíbles»
Constanza Belén Varela es ex alumna del Bachillerato en Recursos Naturales, Campus Patagonia.
Constanza Belén Varela es ex alumna del Bachillerato en Recursos Naturales, Campus Patagonia, y actualmente estudia Agronomía en Valdivia. “La vida es un proceso lleno de desafíos y de sorpresas. En cuanto a mi vida universitaria, el primer año fue una mezcla de ambos. Al matricularme para bachillerato jamás esperé estudiar en la Patagonia. Pero estar lejos de todo lo que conocía y aventurarme en un nuevo proceso como lo es la vida universitaria pudo ser quizá la mejor oportunidad que me entregó la vida. El llegar a la Región de Aysén fue distinto en primera instancia, lleno de costumbres que no conocía y nuevos paisajes que me cautivaron desde el primer día. La naturaleza es tan diversa, llamativa y llena de enseñanzas, las cuales florecen junto a los conocimientos que me entregó la Universidad”.
La estudiante añade que “no es sólo la naturaleza la que atrapa, pues el Campus Patagonia también cuenta con personas increíbles pues vengo de Santiago y con la idea de la competitividad entre alumnos. Fue una grata sorpresa el encontrarme con profesionales y compañeros que me ayudaron a avanzar y crecer. Ya sea con las asesorías y consejos de profesores como la ayuda de mis compañeros para entender mejor aquellos ramos que me eran difíciles”.
“Dentro de todo agradezco mucho que la vida me trajera a la Patagonia, pues es un lugar en el que siento que crecí y maduré como persona. El Campus Patagonia me entregó las herramientas bases para poder seguir avanzando en mi camino como agrónoma y siempre tendrá un lugar en mi memoria como la escuela en la que me formé inicialmente como profesional”, manifiesta Constanza.
Estudiar en la Patagonia entonces no solo implica la posibilidad de estar más cerca de espectaculares atractivos naturales y turísticos, sino que apropiarse del concepto de la Patagonia como laboratorio natural y reserva de biodiversidad.