Tal como lo declara FAO, la biodiversidad constituye uno de los recursos más importantes de la Tierra, ya que su variabilidad genética es indispensable para adaptarse a las condiciones cambiantes del planeta. Especialmente los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura son esenciales para la seguridad alimentaria, el bienestar y el desarrollo humano de las generaciones actuales y futuras y están en la primera línea para la adaptación al cambio climático. Por ello, su preservación y uso sostenible son esenciales a fin de mantener los sistemas productivos y la provisión de alimentos en cantidad y calidad suficiente para toda la humanidad.
Esto involucra esfuerzos inter y transdisciplinarios como los que analizaron en el XIV Simposio Internacional de Recursos Genéticos para las Américas y el Caribe (SIRGeAC), realizado organizador por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Universidad Austral de Chile (UACh). Este encuentro estuvo enfocado en la conservación in situ y ex situ de los recursos genéticos vegetales, animales y microbianos, su valoración, la promoción de su uso, la innovación a partir ellos para hacer frente a los efectos del cambio climático y para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional. A ello se agrega la mirada a impactos y desafíos futuros de los tratados internacionales, desde su implementación a nivel nacional e internacional.
La agricultura está estrechamente ligada a la conservación de estos recursos, especialmente a través de la población rural que conserva semillas, que cría ganado y que se convierten en guardadores del patrimonio agroalimentario de los territorios a través del uso y conservación de estos recursos. Por ello es estratégico el fortalecimiento de la gestión sostenible de dichos recursos a través de la caracterización, el inventario, el seguimiento y en consecuencia, la adopción de decisiones para la utilización sostenible de estos recursos, que garanticen no sólo la alimentación, sino evitar la degradación del medio ambiente lo que impactará en la calidad de vida de las futuras generaciones.
La Universidad Austral de Chile posee una larga tradición ligada a la conservación, investigación y uso de los recursos genéticos, lo cual se ve reflejado a través de programas como las colecciones de Ciencias Naturales, su jardín botánico, la protección de humedales, la conservación de semillas, recursos microbianos y animales, entre otros.
Estos programas posibilitan la investigación, formación de profesionales y difusión del conocimiento de los recursos, involucrando a la comunidad para que conozca su valor y se involucre en el rescate, preservación y uso, permitiendo además su acceso a estudiantes, de distintos niveles, entidades de investigación, organizaciones de productores o emprendedores.
Dentro de estas colecciones nos llena de orgullo el Banco de Germoplasma de Papas que mantiene la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias, la que ha permitido conservar la biodiversidad genética de la especie desde 1956. Este banco ha permitido resguardar el patrimonio fitogenético local a través de un esfuerzo de muchos años de la institución, ligada al interés de múltiples investigadores que han trabajado en su conservación, caracterización, investigación en diferentes aspectos desde la fisiología de las plantas hasta sus propiedades nutricionales y funcionales, pero siempre con enfoque en el desarrollo del territorio y de los productores asociados a estos recursos.
Este no es el único esfuerzo, puesto que la Facultad ha trabajado históricamente con colecciones de recursos genéticos de quinoa, legumbres, cereales, hongos, manzanas patrimoniales, berries nativos, caballo chilote, ovinos chilotes, gallina araucana, entre otras, siempre con el foco de rescatar su valor y el del territorio, y como una herramienta para el bienestar de la población.