“La emisión de cenizas en general puede producir cambios en la capacidad en las plantas de emerger y cambios dependiendo de la cantidad de cenizas que caigan sobre el suelo, es decir, la altura de la ceniza”, explicó el Dr. Dante Pinochet, académico del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.
El especialista – actual Director de la Escuela de Agronomía de la UACh- indicó que en estudios anteriores sobre cenizas del volcán Chaitén determinaron que cuando caían cerca de 10 a 12 centímetros era prácticamente imposible que las plantas emerjan.
“No sabemos cuantos años podría tardar en recuperarse el suelo, si tienes una cierta depositación, por ejemplo, si tuviéramos que pasar una rastra en el suelo es necesario determinar con qué cantidad de centímetros deberíamos intervenir o no, para ver la posibilidad de recuperación de éste”, señaló el Dr. Pinochet.
En tanto, para el Dr. José Dörner – Profesor del mismo Instituto- calcular cuánto tiempo tardará el suelo en recuperarse del impacto de la depositación de cenizas es difícil de establecer.
“Además, la magnitud del impacto se manifiesta de forma diferente sobre las propiedades químicas, biológicas y físicas del suelo. Por lo tanto, más que estimar cuánto tiempo tardará el sistema en recuperarse, sería muy interesante hacer un estudio que nos permita realizar mejores aproximaciones al respecto”, expresó el Dr. Dörner, Pro Decano de esta Facultad.
En este sentido, coincidió la Dra. Susana Valle, académica del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos, pues “es relevante estudiar estos efectos, ya que los procesos de formación de suelos se verán alterados con estas nuevas adiciones de materiales, lo que se traduce en una modificación de las propiedades y características de los suelos”.
“No hay una composición única de las cenizas volcánicas, son variables en función de la naturaleza de las explosiones y materiales que arroja el volcán”, sostuvo la Profesora.
Daños
Para el Dr. Pinochet lo nocivo obedecería a la cantidad y composición tendrían las cenizas. Por ejemplo, “si tienes 20 centímetros de una ceniza lo que haces es enterrar el suelo, las plantas no van a poder crecer al menos hasta que las cenizas no empiecen a descomponerse”.
“Cuando analizamos las cenizas del volcán Chaitén, estas no tenían metales pesados, ni contenidos que pudieran ser nocivos para la vida de las plantas. Entonces, lo que se debe hacer ahora es tomar estas muestras para determinar cuáles son los componentes de las cenizas y sus compuestos,”, recomendó el Profesor.
En esa ese estudio, se determinó que entre 7 y 10 centímetros estaba el valor crítico, “también encontramos que las cenizas se asentaban con el tiempo, es decir, si partían de 7 centímetros a final del análisis éstas se compactaban y disminuían sus centímetros”, indicó el académico.
Pero lo más complicado – argumentó – tiene que ver con las dosis de Azufre que puedan tener las cenizas del Cordón Caulle, pues tiene el problema que se puede transformar en lluvia ácida, es decir, que el Azufre de paso al Ácido Sulfúrico y éste con el agua produzca una acidificación de la zona.
“Eso puede ser lento o rápido dependiendo de los componentes de Azufre que tenga: si es lento no habría tantos problemas pues podría ser hasta una fertilización de Azufre que es positiva y podría ser negativo siempre y cuando fueran cantidades muy grandes.”, subrayó el Dr. Pinochet.