En su libro En el nombre del pueblo, del Estado y de la Ciencia. Historia Social de la Salud Pública en Chile 1880/1973 (Hacia una historia social del Siglo XX), la Dra. María Angélica Illanes Oliva, desarrolla una extraordinaria investigación historiográfica en donde el Estado de Chile no es el principal promotor de la salud pública, es el pueblo. El pueblo de los siglos XIX y XX que sufre la pobreza, injusticia y abandono. En donde las necesidades de salud no estaban exentas de importantes demandas en vivienda, trabajo, educación y alimentación. Las cuales fueron luchas que también la Dra. Illanes analiza magistralmente en el contexto de la salud pública en Chile.
La obra de la Dra. Illanes es un mensaje del Chile del pasado que hemos decidido ignorar. La pandemia por COVID-19 en nuestro país, no solo ha sido una catástrofe sanitaria en pérdidas de vidas, sino también ha entregado una imagen que nuestra actual sociedad individualista quiere olvidar: la pobreza, injusticia e inequidad. Una vez más y en pleno siglo XXI, hemos sido testigos de como el pueblo organizado ha debido hacer frente a la alimentación a través de las ollas comunes -las cuales por cierto no aparecieron con la pandemia-, las malas condiciones de habitabilidad, el hacinamiento, la perdida de sus fuentes de empleo, el rezago de la educación de hijas e hijos y la necesidad de superar la brecha digital par
a acceder a las medidas de protección social.
Con todo esto, quiero relevar la obra de la Dra. Illanes, que seguirá contribuyendo en las nuevas generaciones de chilenas y chilenos, para entender la relevancia de los procesos sociales, la organización y la participación de diversos actores de la sociedad civil en los asuntos públicos y no solo la obra que atañe a la salud pública, sino también el resto de su trabajo historiográfico, que nos recuerda que no se puede avanzar en una mejor salud pública si no se consideran las condiciones de vida de las comunidades de forma integral. Las luchas sociales para el acceso a la vivienda, trabajo digno, medio ambiente, educación y salud continúan. Y la mayoría de esas luchas son lideradas en gran parte por el pueblo organizado.