Culturas milenarias han hecho referencia a la enfermedad de Hansen o lepra. El libro de los Vedas, 1500 años A.C. en India, en el papiro Ebers de la cultura Egipcia, libros de medicina China 500 años A.C., por citar algunas. Por otro lado, artistas plasmaron en sus obras las secuelas de la enfermedad, tal como Boticelli que pintó un fresco en la Capilla Sixtina titulado “La purificación del Leproso”. Rembrant realizó un dibujo de un enfermo de los Países Bajos con la carraca (instrumento que debían utilizar los enfermos para anunciar su presencia) en su mano y Rubens hizo lo propio en la obra “La caridad de San Martín”.
La lepra es una infección bacteriana producida por Mycobacterium leprae, esta bacteria podría ser transmitida por vía respiratoria o por heridas en la piel y tiene una baja contagiosidad con periodo de incubación prolongado. El desarrollo de la infección dependerá del estado inmunológico del individuo, presentándose como forma tuberculoide o lepromatosa. Los pacientes pueden presentar lesiones cutáneas, abultamiento en la piel, dolor severo, entumecimiento de las áreas afectadas de la piel, debilidad muscular o parálisis, entre otras. Actualmente existe tratamiento para la lepra, este consiste en la poliquimioterapia, la que fue implementada hace 3 décadas y ha dado buenos resultados. Según la OMS este tratamiento logró, en el año 2005, la eliminación de la lepra como un problema de salud pública en varios países. Además la OMS en el año 2016 presentó la “Estrategia mundial para la lepra 2016-2020: acelerar la acción hacia un mundo sin lepra”, donde los objetivos planteados por esta organización son: reforzar las medidas de control de la enfermedad y evitar las discapacidades, principalmente en niños afectados de países endémicos.
En Chile continental no existen casos autóctonos de lepra, sin embargo, sí existen reportes en la Isla de Pascua. En los casos continentales el contagio se produjo en el extranjero y están tratados. Debido a los últimos acontecimientos en Chile, se hace necesario que los profesionales de salud tengan los conocimientos para detectar esta y otras infecciones que no son propias de nuestro país, de manera de realizar un diagnóstico oportuno y dar tratamiento a los pacientes que acuden a los centros de salud.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS