Aunque se asocie con el nombre Orca Gladys, se trata de un grupo de cetáceos, conocida la más adulta como Gladys Blanca y juveniles -entre otras denominaciones- como Gladys Gris, Negra y Pequeña, de al menos dos familias de unos 15 ejemplares, que han dañado a embarcaciones, llegando incluso a producir tres naufragios, siendo una de las estrategias morder el timón. Datos que se suman a los entregados a principio de mes por la organización Orca Atlántica, que indica que han aumentado las interacciones en el Estrecho de Gibraltar, registrando 53 de lo que va del año; 12 con daños a barcos.
Rodrigo Hucke-Gaete, co-fundador del Centro Ballena Azul, Alumni UACh, académico y Dr. en Ciencias Mención Sistemática y Ecología de la Universidad Austral de Chile, advirtió que hay que tener respeto al referirse a estos animales e investigar para conocer las verdaderas causas. “Las orcas son sorprendentes, tienen una relación intensa con la vida. Se puede ver que cuando muere una cría la orca madre la lleva en su rostro para intentar que respire por incluso tres semanas, es su forma de duelo. También es asombrosa la forma que tienen de comunicarse y aprender, que cambia según los distintos grupos”, subrayó Hucke-Gaete.
Respecto a los episodios ocurridos en costas españolas sostuvo que “lo importante es que se hagan más investigaciones para determinar qué ocurre para prevenir daños. A priori, podría ser un hecho traumático ocurrido a Gladys y que los más jóvenes estarían involucrándose con estas conductas como un juego-aprendizaje”.
Sin registro de ataques
En Chile las orcas se distribuyen por todo el territorio oceánico, las que pueden llegar a pesar cinco toneladas y medir hasta unos nueve metros de largo. Así lo indica el Dr. Rodrigo Hucke-Gaete, quien es categórico al señalar que “no existe ningún registro de ataque a personas. Sí hay pruebas de convivencia, de su inteligencia y curiosidad”, apuntó.
Mismas cualidades que destaca Marcelo Flores (53), pescador artesanal de la Isla del Rey, quien se ha dedicado por 36 años al rubro. “Este año el primer avistamiento de orcas fue en febrero y ahora hace un par de semanas llegando a Mehuín, trabajando en la sardina como cerquero”, contó.
“Generalmente las he visto enseñándole a las crías a cazar cuando andan en familia y pasa que cuando andan los lobos marinos desaparecen, o andan jugando. Acá aparecen hasta cuando están los botes pescando en la sierra y nunca han atacado a nadie ni a embarcaciones. Es habitual verlas”, agregó.
“No sé qué les puede estar pasando en España. Me sorprende porque son animales muy curiosos, inteligentes, por ejemplo, en el bacalao en la pesca industrial, a medida que subimos la pesca ellas van comiendo ahí mismo”, comentó Flores, quien también tiene experiencia en la pesca industrial en Chile y el extranjero.