Con el propósito de evaluar si una mayor densidad de lombrices de tierra puede modificar positivamente la calidad de un Andisol (suelo derivado de cenizas volcánicas) Christian Barrón, Ingeniero Agrónomo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad austral de Chile desarrolló su tesis de grado.
El estudio fue patrocinado por el Dr. Dante Pinochet Tejos, Director de la Escuela de Agronomía de esta casa de estudio, y se tituló “Efecto de la densidad de lombrices de tierra (Lumbricidae) en la calidad de un Andisol degradado”.
Los objetivos específicos de esta investigación, se centraron en determinar el efecto de la densidad de población de lombrices de tierra sobre 9 indicadores de calidad de suelo en un Andisol degradado. Así como también relacionar la densidad de inoculación y los cambios en la calidad del suelo en dos profundidades de suelo (de 0-25 cm y de 25-50 cm).
Se realizó un experimento de campo, con una duración de 96 días, en el fundo Teja Norte, situado en la isla Teja de Valdivia.
“Se evaluaron indicadores físicos, químicos y biológicos de calidad de suelo antes y después de la inoculación de cuatro densidades de población de lombrices de tierra (0, 100, 500 y 1000 lombrices de tierra m-2) en mesocosmos de suelo, conformando cada población por distintas especies de lombrices, simultáneamente, tal como se encuentran naturalmente en los suelos de la región”, explica Christian Barrón.
Todos los análisis fueron realizados en el laboratorio de suelos del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UACh.
Aportes prácticos de la Tesis
“Las lombrices de tierra, naturalizadas o “criollas”, han sido poco estudiadas en la agronomía chilena y, por lo tanto, es pobremente conocida su biología y roles que éstas pueden tener en los agroecosistemas”, indica Barrón.
Es así que se recopiló una amplia bibliografía internacional donde se evidencian, claramente, los roles que cumplen ellas en el funcionamiento del suelo. Además, “este es uno de los pocos trabajos en el mundo que relacionan la densidad de lombrices de tierra con indicadores físicos, químicos y biológicos de calidad de suelo evaluándolos simultáneamente”, sostiene el profesional.
El trabajo determinó una positiva correlación entre densidad de lombrices de tierra y aumento de la calidad del suelo, principalmente por aumento en los indicadores químicos nitrógeno mineral, calcio intercambiable y disminución del aluminio intercambiable del suelo en los primero 25cm del suelo.
“Esto indicaría que una mayor densidad de lombrices de tierra repercute positivamente en esos indicadores en un corto plazo, todos ellos favorecen la productividad de este suelo, y la productividad es un componente de la calidad del suelo”, explica Barrón.
En tanto, el indicador biológico, carbono de la biomasa microbiana, mostró una disminución a medida que aumentó la densidad de lombrices en la profundidad 25-50cm lo que sugiere un consumo de microorganismos por parte de las lombrices tal como lo sugieren otros autores en el mundo.
“Es relevante este punto, puesto que la principal fuente de alimento de las lombrices de tierra son los microorganismos del suelo (hongos, protozoos, bacterias), es decir, si deseamos aumentar la población de lombrices de tierra, debemos aumentar las poblaciones microbianas del suelo mediante manejos agronómicos”, agrega.
Cabe destacar, que los resultados y conocimientos desprendidos de esta tesis fueron expuestos en la VII Jornada Nacional de Agroecología, realizada este año en la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Chile en el campus Antumapu.