Con motivo de las elecciones de Rector y la celebración de los 50 años de la autonomía universitaria lograda por la UACh, el Prof. Ricardo Molina fue entrevistado en la programación de Radio UACh (90.1 FM y vinculación.uach.cl).
Allí abordó diferentes dimensiones de la historia institucional, los hitos de la participación y gobierno universitario, los 50 años de la autonomía y el rol de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
También se refirió a la importancia de valorar a Ues públicas no estatales como la UACh, el impacto territorial y la necesidad de que las mujeres logren más igualdad en el acceso a cargos de representación.
Elecciones y desafíos de la triestamentalidad
Sobre las elecciones, el Prof. Molina destacó que “tienen que ver con la ciudadanía universitaria y es un fenómeno interesante en las universidades tradicionales como las nuestras donde justamente la construcción de comunidad académica se hace a partir de procesos de esta naturaleza donde se eligen autoridades superiores como también autoridades intermedias”.
A su juicio, “ojalá en un futuro no tan lejano los funcionarios y por qué no el estamento estudiantil pueda también participar en estos procesos. La idea de construcción de comunidades universitarias tiene que ver con niveles de participación de la propia comunidad y de sus miembros”.
Planteó que volver a la triestamentalidad “claramente es un desafío que va a tener nuestro Rector elegido, su gobierno, su equipo y todos como comunidad. Es un tema que hay que resolver al interior de la comunidad académica, no sin perder de vista que somos una comunidad académica que está vinculada estrechamente con el entorno. No solo de la Región de Los Ríos; estamos hablando del sur austral de Chile”.
Dicho cambio debe asociarse al nuevo escenario que genera la nueva Ley de Educación Superior que produce otros desafíos vinculados a los recursos económicos.
Hitos de la participación
El profesor Molina precisó que se ha dedicado más a la historia de la Facultad de Filosofía y Humanidades que ha ido acompañando a la Universidad desde sus orígenes, aunque también hay contribuciones imbricadas con el trabajo de recopilación de la historia institucional que desarrolla su colega Fabián Almonacid.
Dicho esto, comentó que “desde la fundación de la Universidad en 1954 ésta ha ido desarrollando en el tiempo mecanismos proporcionales de aumento de la participación. Se ha ido complejizando naturalmente porque es una Universidad tradicional, de derecho privado, de vocación pública, sin fines de lucro, que realiza investigación y ofrece doctorados. Lograr eso ha tenido que ver con el desarrollo de una larga historia, lo que mucho tiene que ver con la construcción de la ciudadanía universitaria”.
Junto a la creación, un hito fundamental fue el logro de la autonomía universitaria, momento en que la UACh logra cortar los nexos con la Universidad de Chile. Esto a partir de negociaciones y todo un proceso bastante largo que finalizó en 1968. El 31 de mayo de ese año se hizo en el Cine Club Universitario una ceremonia muy significativa donde estaba el Presidente Eduardo Frei Montalba quien firmó el decreto que dio lugar a la promulgación de la ley pocos días después”, señaló.
De esta manera, se reconoció “a la comunidad del sur austral de Chile”. Lo relevante de esto es que una legislación de 1931 no permitía la creación de Universidades que no dependieran de la U. de Chile. En ese marco, “la propia comunidad universitaria se levantó, con protestas estudiantiles incluidas, para lograr finalmente la autonomía”, recalcó.
Rectores delegados
El siguiente hito es el periodo de los Rectores delegados tras el golpe militar de 1973. “El golpe de Estado sorprende a nuestra Facultad y a la Universidad también en un momento bastante complejo, difícil. Estamos hablando a propósito de la Rectoría de William Thayer y luego la intervención por parte del gobierno de todas las universidades del sistema cuando en ese momento eran ocho casas de estudios superiores en Chile. En esa ocasión hubo una primera etapa con el primer Rector delegado, el señor Dupois. Por todas las versiones que existen de los colegas que vivieron la experiencia y por estudiantes y funcionarios, fue una suerte de Rectoría delegada suave, de alguna manera amable, pese al momento que se estaba viviendo en el país”.
Sin embargo, esa situación cambió drásticamente con el Rector Palacios (general en retiro) y luego con el Rector Ferrer. “En efecto -indicó el entrevistado- se hizo plenamente la intervención política dentro de la Universidad con despido importante de profesores, persecución de estudiantes y muerte de muchos de ellos porque actuaban los servicios de seguridad. Y de alguna manera lo consignamos, a propósito de los 60 años de la Facultad de Filosofía y Humanidades, en un pequeño libro que sacamos adelante con Yanko González y en el que recogemos la memoria visual de la Facultad. Estamos hablando de un momento feroz de la dictadura donde las vísceras del propio gobierno central dictatorial estaban incorporadas al interior de la organización institucional de todas las universidades como también en otros organismos públicos y privados”.
Recuperación de la democracia
Se sale también de ese momento de manera airosa. Esto porque “hacia fines de los años ochenta vienen poco a poco nuevos aires en el sentido de impulsar protestas, movimientos y organización de parte de la comunidad académica. Nace la Asociación Gremial de Académicos, hacia fines de los ochenta, donde me incluí entre los fundadores y se empezó a dar una lucha para poder lograr recuperar la Universidad para la academia”.
Añadió que “en esas circunstancias vendrán las elecciones. Había un Rector académico y no militar que fue don Juan Jorge Ebert, el último delegado entre 1986 y 1990. Pero en el 90 finalmente hay una transición que permite acceder a elecciones más democráticas y va a ser elegido ahí un colega de nuestra Facultad don Erwin Haberveck Ojeda, que fue el primer Rector democrático post-dictadura”.
Universidad pública
Otro tema que se abordó fue el rol que jugó el Dr. Óscar Galindo durante su primer periodo en defensa de las Ues no estatales del CRUCh, asumiendo recientemente la presidencia del G9. Hay que “reconocer al actual Rector en su lucha personal e institucional frente a lo que ha sido la aprobación de esta ley… Lucha incansable respecto de lograr que la consideración y estimación de nuestra Universidad para que fuera equivalente a las universidades estatales”, manifestó. Todo ello ha permitido “recuperar algunas cosas, pero no en base a pocos esfuerzos”.
En este contexto, el profesor UACh aclaró que “la Universidad pública es la que tiene la vocación y ha trabajado por años por la comunidad”. Es el caso de la Universidad Austral de Chile “que ha venido cumpliendo un rol que el Estado no ha podido cumplir por muchos años”.
“Nuestra Universidad precisamente ha estado trabajando en beneficio y para el Estado y, por lo tanto, para la sociedad. Bajo esa perspectiva me parece muy injusto que hoy día en una ley no se le considere en igualdad de condiciones como han sido las Universidades estatales, muchas de ellas bastante menos antiguas que nosotros”, reclamó.
Igualdad de género
Por último, se le consultó acerca de la igualdad de género y la necesidad de mayor representación de mujeres en cargos directivos. “Es un tema país de la sociedad chilena. Estamos enfrentados en un momento crucial donde el cambio cultural se está produciendo de a poco. Los movimientos que se han levantado los compartimos todos”, aseguró. “Esta Universidad y los organismos, sean públicos o privados, no podemos mirar hacia el lado ni enterrar la cabeza como los avestruces. Al contrario, tenemos que asumirlo, enfrentarlo y trabajar para que efectivamente algún día se logre ese grado de equivalencia en todos los planos”, finalizó.