En el contexto de la Cátedra Juan Bosch que este 2012 se está desarrollando en la Universidad Austral de Chile, el Dr. Ángel Villarini visitó Valdivia en donde dictó la conferencia “Eugenio María de Hostos, la indagación del fundamento ético” y, además, participó en el curso de postgrado de la Escuela de Graduados de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UACh “Tres intelectuales del Caribe: Martí, Hostos y Bosch” coordinado por los profesores Luis Bocaz y Gonzalo Portales.
El objetivo de sus presentaciones fue reflexionar en torno al pensamiento de Eugenio María de Hostos (1839 – 1903) intelectual puertorriqueño que trabajó incansablemente por la independencia de su país y por la emancipación latinoamericana.
¿Cuál es su valoración respecto a la figura del intelectual en América Latina en el marco de la realización de la Cátedra Juan Bosch en Chile?
En el caso de los tres intelectuales que se abordan en la asignatura dictada en el marco de la cátedra Juan Bosch en la UACh, se dramatiza, sobre todo, el rol del intelectual ligado a la problemática social cuya obra consiste, fundamentalmente, en entender esa realidad y hacer, no solamente la crítica de esa realidad, sino en encontrar claves que ayudan a superar la misma.
Así, consideramos que esta experiencia de la cátedra Juan Bosch en Chile, puede jugar un papel primordial en revivir los valores y la aportación en la construcción de nuestros pueblos, que han hecho intelectuales como Martí, Hostos y Bosch. Se trata de revivirlos, no solamente por la contribución que en un momento hicieron y que hace posible el mundo que hoy tenemos, sino también, porque ellos representan ideas y una agenda que no ha sido concluida, que es la agenda de la liberación plena y el desarrollo pleno, tanto personal como colectivo, de nuestros pueblos. En resumen, se trata de considerarlos no como figuras del pasado sino como figuras que tienen que aportar al presente.
Por ello nuestro aporte en el curso acerca del pensamiento de Hostos se plantea desde una perspectiva de un Hostos vivo, de un pensamiento vivo de Hostos, es decir, no estuvimos estudiando textos de Hostos, sino que hicimos hablar a Hostos, porque lo hemos interpretado de manera tal, que sus ideas guarden una estrecha relación que nos permita entender el presente y las tareas de superación de éste que tenemos por delante.
¿Cuáles son aquellas ideas de Hostos que podemos encontrar en la actualidad?
Una de ellas es la idea central de pensar que el ser humano es, principalmente, un ser de conciencia, Hostos llamaba al ser humano obreros de la vida y nuestra tarea como educadores, es ayudar a que la vida, tanto social como en nuestras relaciones con la naturaleza, se perfeccionen. Para eso es que tenemos la conciencia que este intelectual entendía como aquella fuerza que nace de la combinación de entendimiento, sensibilidad y voluntad y que nos permite, por lo tanto, entender la realidad, pero además sentirla y desear su perfeccionamiento.
Y me parece que esa idea de que los educadores debemos ser sobre todo formadores de la conciencia del ser humano, una idea que también trabajó en Brasil Paulo Freire, es una idea fundamental que hemos perdido de vista, quizás por la fuerza de otras corrientes que vienen del norte y nos hemos olvidado que acá, en nuestras raíces, tenemos el concepto de conciencia que es una idea muy poderosa para que entendamos las tareas de la educación, sobre todo hoy día, que hemos cobrado conciencia de que los problemas más graves que tienen nuestras sociedades no los vamos a resolver sino es ayudando a desarrollar la conciencia de los pueblos.
Así es que, a mí me parece, que la historia misma nos está llevando a esta idea de que si en la educación no nos dedicamos a formar la conciencia de los pueblos no podremos entender, y mucho menos solucionar, los problemas que nos siguen aquejando.
¿Cuáles son los ejes fundamentales en torno a la educación que desarrolla Hostos?
Dentro de ese concepto que tiene Hostos del ser humano como obrero de la vida, como un ser de conciencia, entiende a la vida como el conjunto de relaciones que el ser humano tiene con el resto de los seres humanos, con la naturaleza y consigo mismo. Y, por consiguiente, el grado de felicidad, de desarrollo que un ser humano puede alcanzar depende, precisamente, de esas relaciones. Entonces las alternativas son tener unas relaciones saludables, o tener unas relaciones enfermizas que le permiten a la vida desarrollarse, alcanzar su plenitud.
Así, él comprendía a la tarea de la educación y, sobre todo, a la tarea de la ciencia como una ayuda para que el ser humano entienda lo que son las relaciones consigo mismo, con los otros y con la naturaleza, de modo que reorganice su vida. Y entonces Hostos veía en la ciencia, aquel saber que nos iba a permitir reorganizar aquellas relaciones de modo que fueran relaciones saludables, es decir, relaciones que nos permitieran elevarnos a grados mayores de plenitud, de paz y de armonía, y entonces, esta es una idea que tiene gran actualidad.
Y nuestro futuro, como individuos, como sociedades, como especie, depende –precisamente- de que comencemos a entender a la ciencia, no en términos puramente utilitaristas, instrumentalistas, sino en términos humanos, es decir, como el conocimiento científico nos ayuda, no ha tener una buena vida, sino una vida buena a elevarnos a planos de existencia más acorde con nuestra plena humanidad.
Finalmente ¿Cuál es el planteamiento que desarrollo Hostos en torno a la democracia, vinculado, precisamente, al de la tarea de la educación?
Hostos es un pensador que también tiene gran actualidad, desde el punto de vista de la construcción de la democracia. Él creía que con el advenimiento del sistema republicano se habían puesto algunas bases jurídicas, pero faltaba lo más importante para sostener la República, que eran los republicanos. Entonces para Hostos la democracia republicana solo podía ser real y no ficticia si el sistema educativo, y esa era la razón de ser de la escuela, ayudaba a formar la conciencia republicana y democrática de la persona.
Idea que implicaba el que la escuela ayudara a formar personas soberanas, entonces Hostos decía, sino tenemos la capacidad siquiera para gobernarnos a nosotros mismo, cómo aspiramos a gobernar países. O sea, la formación educativa comienza por el gobierno de sí mismo, el gobierno de la pequeña familia, de la pequeña comunidad, para que luego podamos aspirar a gobernar un país que es lo que pretende la democracia, que el pueblo gobierne el país y el pueblo para Hostos, más allá de demagogia, no es más que el conjunto de personas autónomas, de personas soberanas.
Entonces el pueblo, no es algo que esté dado por una geografía sino que el pueblo es un sujeto colectivo que se va construyendo históricamente, a través del trabajo, de la cultura, de experiencias compartidas, del lenguaje que va creando esa subjetividad, ese espíritu, ese sujeto colectivo que es el pueblo. Por eso es que la tarea de construir democracia es una tarea tan ardua, porque supone la construcción de sujetos soberanos, pero no dominados por un espíritu individualista sino que sujetos soberanos que puedan junto a otros sujetos soberanos, construir una soberanía colectiva. Esta es una agenda de muchas décadas y es a eso a lo que nosotros nos referimos con la agenda Hostosiana que es una agenda inconclusa, una agenda en la que tenemos que seguir trabajando, para verdaderamente establecer democracias en nuestros pueblos.