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Ante una audiencia interesada y participativa, el profesor titular Departamento Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad de Chile, Manuel Antonio Garretón, realizó un análisis sociopolítico centrado en lo que podemos entender como país y en su sociedad.
Los enclaves que dejaron las Dictaduras en América Latina fueron las nuevas problemáticas que los Estados democráticos debieron resolver.
Con las reformas neoliberales y los procesos de globalización se desarticularon las relaciones entre el Estado y la Sociedad. Su recomposición apunta a un nuevo modelo de desarrollo, todos los países, salvo Chile y Perú, enfrentaron cambios para constituir el país que querían, principalmente a través de Asambleas Constituyentes.
“El caso de Chile es particular, fue el país con el mayor enclave heredado de la Dictadura. Los Gobiernos de la Concertación aseguraron la estabilidad de las instituciones democráticas y corrigieron el modelo neoliberal, pero no hicieron el salto, consolidaron el modelo instaurado por Pinochet”, señaló Garretón.
El sistema educacional chileno es desigual, así lo indica la OCDE. Para preservar la sociedad que quería, la Dictadura creó un modelo político, Constitución de 1980, que impidió el cambio al modelo económico-social impuesto.
El surgimiento de los movimientos sociales del 2006 y su consolidación el 2011 y 2012 es una clara señal del malestar por los pasajes subterráneos de los acuerdos políticos y del sistema financiero imperante. Se comenzó a hablar del derrumbe del modelo.
“A lo que apuntan los movimientos sociales es a la idea de una refundación del modelo económico, social y político del país. A una reivindicación del Estado sobre el Mercado. La sociedad post pinochetista no es la de los ´90, sino la que surge a partir del 2006. El movimiento del 2011 es un equivalente a Evo, Chávez, Kirchner y Lula pero sin Gobierno”, afirmó el destacado sociólogo.
Lo que el profesional intentó demostrar con la conferencia «La encrucijada de la sociedad y la política chilena: ¿reformar o refundar?” es que el reformar sería mejorar aspectos parciales de la sociedad y el refundar implicarían cambios de principio y a los modelos imperantes. Si sólo se reforma, se mantiene el statu quo de la sociedad.
“Creo que ya estamos en un proceso refundacional, lo que puede implicar décadas de trabajo y también su fracaso. La única vía es la de una Asamblea Constituyente que permita la creación de una nueva constitución de la mano de toda la sociedad, lo que refundaría también las relaciones entre la sociedad y la clase política”, finalizó Manuel Antonio Garretón.