Investigaciones desarrolladas por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile y el School of Agriculture and Environment de Massey University de Nueva Zelandia, muestran como praderas permanentes y degradadas de la zona Sur pueden ser recuperadas y mejoradas en el corto plazo aplicando bajos niveles de intervención.
Los resultados de los proyectos Fondecyt 1130795 y 1100957 realizados por el Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos y el Instituto de Producción Animal de la UACh, muestran cómo manejos agronómicos de baja intervención a la pradera (por ejemplo fertilización de cobertera y control del pastoreo) influyen significativamente en mejorar aspectos físicos del suelo que a su vez pueden aumentar significativamente la producción y calidad de praderas al mejorar espontáneamente la composición botánica y así la sustentabilidad de los sistemas a pastoreo.
El desarrollo agrícola sustentable es aquel que compatibiliza la producción agrícola con la conservación de los recursos naturales, asegurando la satisfacción de las necesidades humanas de las generaciones presentes y de futuras. Este desarrollo usa y conserva los recursos suelo, agua, genéticos tanto vegetales como animales, es ambientalmente no degradante, técnicamente apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable (FAO, 1989).
Las especies en la pradera indican condición y producción
La presencia y magnitud en que las especies pratenses se encuentran en una pradera responde a la interacción entre el tipo y nivel de las limitaciones del clima, suelo y pastoreo a las que cada planta individual dentro de una especie es sometida y a la capacidad de cada una de ellas para tolerarlas. El resultado de dicha interacción tiene implicancias en la sobrevivencia y producción de las especies en la pradera y explica los cambios en la composición botánica que experimenta en el tiempo.
Por ejemplo, un suelo con alta saturación de aluminio restringe la sobrevivencia y producción de especies de alto rendimiento, como son la ballica inglesa y el bromo (Bromus valdivianus). Esta restricción constituye una oportunidad para que otras especies se establezcan espontáneamente en los espacios dejados por las plantas que no toleran dicho estrés y mueren. Este es el caso de la chépica, la hierba del chancho, el pasto oloroso y la chinilla, entre otras. De esta forma la producción de una pradera puede caer desde niveles superiores a 10 t MS/ha/año a rangos de 5 t MS/ha/año cuando es dominada por especies tolerantes al estrés.
El sobrepastoreo puede generar un efecto similar en una pradera, donde las especies de alto rendimiento y calidad disminuyen su proporción o pueden hasta desaparecer, siendo los espacios vacíos, dejados por la muerte de dichas plantas, ocupados por especies que el ganado tiende a rechazar, como por ejemplo son los cardos, la lengua de vaca, romaza, e incluso la misma chépica. La producción de estas praderas también disminuye significativamente.
El mejoramiento sustentable de la pradera
Para lograr un mejoramiento sustentable de una pradera es necesario identificar cuáles son las variables del clima, del suelo y del pastoreo que limitan el crecimiento de especies de alta producción, y, entre ellas, separar las que son permanentes de las que no. Son estas últimas las que se pueden intervenir y mejorar. En base a lo anterior, inferir el potencial productivo de un sitio específico es muy importante para saber el límite máximo de producción y hasta donde que punto es conveniente incrementar su producción, considerando impacto agronómico, económico y ambiental.
Las limitantes permanentes del suelo pueden restringir la posibilidad de las especies de la pradera para expresar su potencial productivo. Por ejemplo, la pendiente o la profundidad efectiva del suelo (por ejemplo limitada por una napa freática alta como en una condición de Ñadi) pueden restringir la producción de una pradera. Por el contrario, en un suelo profundo libre de limitantes permanentes, las limitaciones a la producción pratense pueden surgir desde variables no permanentes del suelo, como el nivel de fósforo, potasio, acidez entre otros. Todos estos aspectos son importantes a considerar cuando se desea incorporar nuevas especies a la pradera, teniendo presente el resultado de la interacción especie-ambiente en términos de producción y persistencia como objetivo de la mejora.
Resultados del mejoramiento sustentable de praderas
La disminución del grado en que las limitantes no permanentes del suelo que afectan negativamente al crecimiento de las especies pratenses, a través de una estrategia de fertilización y encalado, si es requerido, han demostrado ser herramientas efectivas en el mejoramiento espontáneo de las praderas. Praderas que poseían rendimientos anuales de 4 t MS/ha/año, mejoraron en un primer año a 8 t MS/ha/año y posteriormente a 10 t MS/ha/año durante el segundo y sobre 12 t MS/ha/año en el tercer año de evaluación (2010 – 2013).
El aumento en los rendimientos obedeció al cambio espontáneo de especies en la composición botánica de la pradera, en que especies de crecimiento lento y bajo aporte a la producción, como el pasto oloroso y la chinilla, fueron desplazados por especies de rápido crecimiento, que poseen altas tasas de generación de hojas y macollos, como son el bromo y la ballica inglesa. Se constató un aumento de 2% a 9% de trébol blanco en la participación en la pradera.
Este proceso de recambio espontáneo de especies en la pradera y de mejoramiento de la producción y calidad de ella, fue gatillado por la disminución y eliminación de las limitaciones temporales del suelo bajando la saturación de aluminio de 12% a 0.4%, aumentando el potasio de intercambio desde 0.17 (cmol/kg) a 0.31 (cmol/kg), el fósforo-Olsen de 9.3 (mg/kg) a 11.6 (mg/kg), y así mejorando el estado del suelo.
Variables del suelo claves en el aumento de la producción anual de la pradera y de las especies de rápido crecimiento, alta producción y calidad, como el bromo y la ballica inglesa, fueron el nitrógeno, adicionado como fertilización estratégica para satisfacer el requerimiento de la pradera cuando el aporte del suelo no es suficiente, como en otoño o primavera temprana, el aumento del fósforo-Olsen del suelo y el aumento de la disponibilidad de agua para las plantas en el suelo, especialmente durante el período de verano.
El aumento permanente de la disponibilidad de agua del suelo se relacionó a un incremento de la cantidad de poros funcionales en el perfil del suelo y al aumento de la masa de raíces y su capacidad de explorar el suelo en profundad, influido por especies de arraigamiento profundo como el bromo. Así, la población de bromo aumentó espontáneamente en tres años de 0.4% a 7% y la ballica inglesa de 0.3% a 14%. Al término de los tres años de estudio las especies de rápido crecimiento correspondían al 30% de la producción total (12.800 kg MS/ha/año), en tanto que en la pradera degradada correspondían a 14% (6.188 kg MS/ha/año).
Los resultados también indicaron que las especies que toleran altos niveles de estrés en el suelo, y por lo tanto, poseen un crecimiento lento y hacen un bajo aporte a la producción anual de la pradera, como el pasto oloroso y la chépica, se incrementan con el descenso de las especies de crecimiento rápido.
Esto se relaciona con puntos críticos de niveles de nutrientes en el suelo, como son la disminución del fósforo-Olsen a niveles menores de 9 (mg/kg) y la saturación de aluminio a niveles superiores a 8%. En tanto que las especies de hoja ancha aumentan su presencia en la pradera con niveles menores de fósforo-Olsen de 11 (mg/kg), suelos compactados y saturación de aluminio mayor a 2%. En el estudio la fertilización, el encalado y el pastoreo controlado hicieron disminuir la contribución de pasto oloroso y chépica en tres años desde 70% al inicio del estudio a 33% al final de él.
Las leguminosas mostraron que con un pH superior a 6.0 y temperaturas de primavera superiores a 16ºC se incrementaban por sobre el 30% de la composición botánica. Este requerimiento de temperatura ratifica el crecimiento estacional de las leguminosas en la pradera, en especial del trébol blanco.
En conclusión, variables temporales relevantes para el aumento de las especies de rápido crecimiento, alta producción y calidad y de las leguminosas fueron la disponibilidad estratégica de nitrógeno, una saturación de aluminio baja y un pH del suelo sobre 5.8. Las especies que toleran altos niveles de estrés y las especies de hoja ancha aumentan con la disminución de las especies de rápido crecimiento, lo que ocurre al bajar en el suelo los niveles de fósforo-Olsen y el aumento de la saturación de aluminio.