Su desacuerdo y molestia con la manera en que se ha presentado el proyecto de reforma a la educación superior, le expresaron este miércoles los nueve rectores de la Red de Universidades Públicas no Estatales – G9, a la Ministra de Educación, Adriana Delpiano, durante el primer encuentro con ella tras el envío de la iniciativa al Parlamento. En la oportunidad, participaron además la Subsecretaria Valentina Quiroga; la Jefa de la División de Educación Superior, Alejandra Contreras; y otras autoridades de la cartera. “Se ha ignorado el aporte tan significativo que han hecho y hacen estas instituciones al país”, señaló el presidente de la Red y Rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Prof. Claudio Elórtegui.
Para la autoridad académica, la preocupación del G9 no tiene que ver fundamentalmente con sus instituciones, sino que se considera que es un mal proyecto para la educación superior chilena porque no aporta las soluciones a los problemas que tiene actualmente. “Si bien los objetivos son compartidos, como aumento en calidad, en inclusión y equidad, el texto del proyecto finalmente contradice esos objetivos, y no es conducente al avance hacia una educación superior que contribuya a un país más desarrollado y con más justicia social”, comentó.
Por su parte, el Rector de la Universidad de Concepción, Prof. Sergio Lavanchy, dijo que el desacuerdo de la Red con el proyecto ocurre en varias dimensiones. Además de no se alinearse con los objetivos propuestos en el mismo proyecto, no fortalece el concepto de educación pública, entendiéndola como las instituciones del Estado y aquellas que han sido consideradas históricamente en las distintas legislaciones del país, como instituciones de carácter público. “Nuestras instituciones sienten menoscabo en el tratamiento que se les da. Incluso en el mensaje que acompaña al proyecto, no hay ninguna mención ni reconocimiento a ellas”, aclaró el Rector Lavanchy.
Reconocimiento al rol público
Tras el encuentro, el Presidente de la Red comentó que no quedan satisfechos. “Hubo una reiteración de argumentos que no modifican lo que está expuesto en el texto del proyecto. Nosotros no perdemos las esperanzas que a partir de esta reunión y de una mayor reflexión y evaluación por parte del Ministerio y del Gobierno, se puedan corregir los problemas que tiene”, explicó.
A pesar de ello, los rectores valoraron la acogida de sus inquietudes. Según indicó el Rector Elórtegui, la Ministra reconoce la diferencia entre las instituciones que representan y otros planteles, especialmente su enorme aporte al país, y expresó su voluntad, a través de indicaciones, de reconocer ello en el proyecto. Sin embargo, aclaró que hay que ver en qué consistirán estas eventuales indicaciones y sus implicancias.
Asimismo, dijo que esperan que el Consejo de Rectores se pronuncie a favor de las instituciones del G9, que han sido muy mal tratadas en la iniciativa legislativa. En este momento, lo público se asocia exclusivamente a lo estatal y las instituciones del G9 quedan al margen de ese reconocimiento, siendo tratadas al igual que los planteles creados después de 1981.
En opinión del Presidente de la Red, se trata de que el proyecto reconozca y establezca las políticas que permitan que los distintos grupos de instituciones aporten al país de la mejor forma, y actualmente esto no se está logrando. “Lo que el proyecto establece no es sólo una amenaza, sino un seguro deterioro para estas universidades, que son fundamentales en términos de calidad e inclusión en el sistema”, advirtió. Y agregó que esto ocurriría si entrara en régimen el nuevo sistema de financiamiento propuesto, luego de cinco años de la aprobación del proyecto, afectando el servicio y calidad de estas instituciones. De hecho algunas, especialmente las más pequeñas de regiones, se verían más afectadas, poniendo en duda su continuidad.
Pensar la educación del futuro
“Ésta es una situación incómoda”, dijo el Rector de la Universidad Católica del Maule, Prof. Diego Durán; para quien el texto del proyecto constata que los intereses puestos al inicio, no eran buscar un acuerdo entre los actores que están participando directamente. La autoridad académica comentó que hubo una evaluación errada al presentar el proyecto y que hoy nadie está contento. El trámite legislativo está comenzado, y las esperanzas para corregir y mejorar la iniciativa están puestas en los parlamentarios a quienes un llamó a pensar en el Chile de 30, 40 o 50 años más.
En esa misma línea, destacó el rol que tendrán los fondos para las regiones: “No se trata de compensar pérdidas, sino de considerar la realidad regional de manera seria, lo que significa que la reforma puede dar respuestas concretas y equilibradas al desarrollo del país”. Además, explicó que esto no es sólo un tema económico, ya que cuando las regiones no son consideradas en este proyecto de ley, tampoco se contempla el desarrollo del país en toda su complejidad.
Los rectores que representan a las instituciones del G9 esperan mayor voluntad de los involucrados, ya que como indicó el Rector Durán, es necesaria una mirada al conjunto de la educación chilena de una manera más comprensiva. Por su parte, el Rector Elórtegui mostró su disponibilidad para seguir trabajando con todos los actores, porque consideran que el aporte de la Red es bueno para el país.