Desde fines de enero es posible visitar en el segundo piso del molino de agua del Museo Colonial Alemán de Frutillar la propuesta artística “Ruidos”. Esta muestra colectiva presenta diferentes prácticas creativas articuladas bajo una misma premisa: cómo el ruido impregna nuestra realidad y cómo se puede representar el sonido a través de medios artísticos no sonoros como el collage, fotografía o instalación.
El proyecto desarrollado por los artistas Michel Poblete, Camilo Maulén, Cristian Soto e Itsaso Iribarren presenta distintos relatos que instan a la interacción obra-espectador, destacando la capacidad del ruido de transmitir información que el ojo no ve. Según aclararon sus creadores, el oído no se da por satisfecho y reclama emociones acústicas cada vez más amplias, abandonando las fronteras tradicionales entre ruido y música con el fin de descubrir las virtudes y de romperlas.
Cristian Soto explicó que la visión de este proyecto busca representar una idea distinta sobre aquello que conocernos como música y la diferencia entre esta y el ruido. “El sonido y ruido, sobre todo en una ciudad que esta muy canalizada por el ambiente musical como lo es Frutillar, tiene un rol importante, pero también el ruido es una posibilidad de generar otro tipo de música que es muy complementaria a la tradicional que conocemos”, aclaró.
Asimismo, señaló que el ruido es un alboroto, un desorden agitado que nos habla tanto de aquellos espacios de escucha como de otras formas de experimentar la cotidianidad. Al mismo tiempo, recalcó que cualquier sonido se puede interpretar como música, pues todo elemento que haga más amplio este mundo ayuda a volver visible lo invisible, y audibles cosas que pasamos por alto.
De igual manera, el artista Michel Poblete se refirió al trabajo colectivo que llevaron a cabo y cómo desde sus distintas disciplinas lograron dar vida a una exposición que invita a reflexionar sobre aquello que se entiende por ruido y sonido. “La intención que tenemos desde nuestras distintas disciplinas es trabajar con el ruido como un gran océano en el cual estamos todos involucrados; más allá de la música, el ruido suena desde que nacemos. El mundo en silencio no lo conocemos, ya que todo se encuentra lleno de ruidos que están en todas partes y que caracterizan nuestra vida y las relaciones con los demás. La música es parte de eso, pero no todo lo que suena es música”.
La muestra podrá ser visitada hasta mediados de marzo, de lunes a domingo desde las 10 a 19:30 hrs.