“La actividad frutícola, como negocio para la prosperidad de pequeños y medianos productores agrícolas, está marcando un inicial y fuerte crecimiento en el sur de Chile”, afirma el Dr. Fernando Medel, académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.
Para el Profesor, lo anterior ha permitido un significativo aumento de los ingresos y mejoramiento sustancial de las condiciones de vida y de las expectativas económicas de una parte de la población rural asociada a estos cultivos, particularmente con el frambueso.
“Ello es un interesante avance para este tipo de productores, en relación a otros rubros tradicionales que los deja económicamente fuera al momento de obtener un flujo de ingresos adecuado, pero resulta insuficiente para un crecimiento sostenido del sector afincado en la pequeña o mediana propiedad agrícola”, explica el Dr. Medel.
Al mismo tiempo, indica que esto está asociado a las características de estos frutos y otras especies frutales que requieren considerables cuidados de manejo técnico y costos asociados a las variables del medio ambiente difíciles de controlar (clima; disponibilidad de riego; recientes efectos de las cenizas volcánicas del Cordón Caulle), que afectan considerablemente la producción y la obtención de frutos de calidad para el consumo fresco y agroindustrial, incrementando el riesgo al momento de la cosecha y comercialización.
Para resolver estos problemas, así como para desarrollar nuevas herramientas para perfeccionar y aumentar el mercado de productos exportables, que permitan la diversificación de la oferta productiva, tanto de especies como de formatos de productos, viene desarrollándose el Programa de Investigación y Desarrollo Frutícola para el Sur de Chile.
“Este programa ha liderado la actividad de investigación, innovación y emprendimiento productivo, con resultados significativos a nivel regional, nacional e internacional”, sostiene el académico de la UACh.
Indica que bajo estas condiciones y en función de los mercados actuales y potenciales de gran interés para el sector, existe una posibilidad concreta de desarrollo frutícola en base al Gevuin o Avellano Chileno, especie nativa sobre la cual se ha desarrollado una intensa actividad en base al mejoramiento genético y productivo.
“Esta especie –agrega- cuenta con elementos fundamentales de adaptabilidad productiva, vale decir capacidad de prosperar económicamente en ambientes sustentables para generar productos de consumo nacional y de exportación”.
Algunos de sus productos son sus frutos (nuez), derivados agroindustriales, productos fitoterapéuticos para la farmoquímica y cosmetología, con un bajo costo operacional, manejo simple y rentabilidad superior a una parte importante de los rubros establecidos en la región, lo que se adapta en excelente forma para una fruticultura desarrollada por pequeños productores en un marco de asociatividad productiva.