Con una mirada preventiva para dar mayor seguridad a la comunidad universitaria y adelantándose a eventuales normativas, el equipo de la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la Universidad Austral de Chile desarrolló una serie de adaptaciones a los diseños originales de los edificios que actualmente están en construcción, para hacer frente a los riesgos de contagio que representa la pandemia de COVID–19.
Las medidas adoptadas comenzaron a implementarse en 2020 y contemplan una serie de artefactos e implementos que contribuyen a minimizar los riesgos de contagio que representa el virus que se ha propagado a nivel mundial.
Para tal efecto, el Centro Náutico, el edificio de la Facultad de Filosofía y Humanidades y la ampliación del gimnasio del Campus Miraflores están dotados de lavamanos en los accesos, grifería automatizada, tótem de acceso para toma de temperatura, expendio de alcohol gel y pediluvio, entre otros.
Al respecto, el Director de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, Wilson Aravena, resaltó: “Hoy en día los profesionales debemos estar preparados para responder rápidamente ante los constantes cambios que vive la sociedad y el medioambiente. Para poder llegar a la solución, los cambios exigen mucha gestión y así lo asumimos desde el principio, mentalizándonos en cumplir los desafíos”.
Además de referirse a los artefactos o elementos instalados, que son visibles cuando el edificio está terminado, el Director valoró el gran trabajo que conlleva cada proyecto que se ejecuta en cuanto a planificación, diseño, especialidades, cotizaciones, contratación, importación, inspección, puesta en marcha y postventa.
En ese sentido, subrayó: “El equipo de infraestructura de la Universidad cuenta con mucha proactividad y un deseo enorme de plantearse nuevos desafíos y liderar la forma de diseñar y construir en las universidades, para entregar un edificio acorde a los nuevos tiempos y seguros para la salud de la comunidad universitaria”.
Mientras que Marcela Kehr, coordinadora de Obras de la DIDF, precisó: “Esta implementación se suma al esfuerzo que ha realizado la Dirección de Infraestructura para desarrollar, además de edificios más eficientes, obras que dan respuesta al período que nos toca enfrentar a nivel global, entregando a los usuarios y usuarias mayor seguridad al interior de los recintos, con la instalación de artefactos que requieren una menor manipulación para ejecutar las medidas de prevención: lavado de manos, toma de temperatura en los accesos y sensores de CO2 que ayudan a mantener una buena ventilación de los recintos».
Para el Doctor Mario Calvo Arellano, académico de Instituto de Medicina de la UACh e integrante de la Comisión de Prevención y Monitoreo del Coronavirus de la casa de estudios, dependiente de la Prorrectoría, las instalaciones cumplen con los espacios y están pensadas en la situación actual del COVID-19 en su diseño. Junto con ello, advirtió: “Solo podemos temer del riesgo de nuestro país, que nos quedamos en protocolos escritos y en la adquisición de tecnología, olvidándonos que siempre la variable más importante es la conducta humana y darnos cuenta de que todos estamos llamados a corregir y ser corregidos en lo que estemos haciendo mal”.
Dispositivos en la vanguardia
Cristian Silva, Ingeniero Eléctrico profesional que apoyó a la Dirección de Infraestructura en la obra del Centro Náutico, informó que éste es el primer edificio que se construye en Valdivia con todos estos implementos. En el caso de los artefactos del baño (fluxómetros en lavamanos, seca-manos y descarga de WC) optimizan los tiempos del(la) usuario(a) y los recursos en cuanto al agua y la energía.
“Los seca-manos son de alta eficiencia, tienen tres modalidades y un rango bastante corto de tiempo, con un golpe fuerte de calor instantáneo que permite secar rápidamente las manos”, explicó. En cuanto a los lavamanos de pasillos, dijo, “tienen un temporizador regulado para dejar fluir el agua por cinco segundos, después la persona se enjabona las manos y vuelve a colocarlas debajo de la llave para enjuagarse, así no se pierde agua innecesariamente”.
Al igual que en los grandes centros comerciales, las puertas de ingresos son automáticas. “Es uno de los dispositivos que más me gusta: las puertas se abren solas con la señal infrarroja, para que las personas no las toquen”, explicó.
A los implementos mencionados se suma otra importante característica asociada a nuevos edificios de la UACh, que se relaciona con el distanciamiento físico. “Como Universidad tenemos una gran ventaja: la Región de Los Ríos cuenta con 7,7 m² construidos ponderado por estudiante. Este indicador es muy relevante, porque la UACh es la institución de educación superior que aporta mayoritariamente esta infraestructura a nivel regional, lo que significa, en la práctica, una mayor disponibilidad de infraestructura por cada alumno matriculado”, explicó el Director de Infraestructura y Desarrollo Físico, de acuerdo con la información entregada por el Servicio de Información de la Educación Superior, SIES, en 2020.