Junto a 31 alumnos del taller de Planificación y Diseño Urbano de la carrera de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile hace algunas semanas visitamos Buenos Aires, en el marco de la gira internacional que se realiza todos los años a diferentes ciudades latinoamericanas. El viaje es una instancia única de aprendizaje, orientado a entender cómo las urbes se hacen cargo de los problemas que les aquejan, reconociendo desafíos, lógicas y formas de abordar el territorio.
Este año fuimos recibidos por el Ministro de Desarrollo Urbano del Gobierno de Buenos Aires, Sr. Daniel Chain, junto a su equipo de planificación. En la ocasión, el Subsecretario de Planificación y el Director de Planificación nos presentaron el Modelo Territorial de la Ciudad de Buenos Aires. Este modelo es la cristalización de un trabajo multidisciplinario y participativo, fundado en una sólida base metodológica, a través del cual se define la forma en que la ciudad abordará los principales desafíos urbanos en los próximos 50 años. El modelo es un instrumento director que se edifica en base a una visión territorial consensuada, a partir del cual ya se han puesto en práctica una serie instrumentos específicos que buscan por ejemplo, mejorar las condiciones de habitabilidad para la reactivación económica del centro de Buenos Aires, o generar nuevas centralidades urbanas para disminuir los tiempos de transporte.
Entonces cabe preguntarse: ¿Tenemos planificación urbana en Valdivia? ¿Cómo vemos nuestro territorio en 50 años más? ¿Cuáles serán las tendencias que marcarán nuestro futuro?. Las preguntas lamentablemente se quedan sin respuestas en una ciudad que a pesar de los discursos, carece de todo tipo de planificación y cuyos instrumentos de regulación de suelo se encuentran completamente obsoletos. Cambiar esto y hacer frente a la omisión del derecho de los valdivianos de vivir en una ciudad que permita su desarrollo personal y colectivo, requiere no tan solo de una revisión de la visión política de nuestras autoridades y de una mayor participación de la comunidad, sino también de un mayor nivel de pragmatismo que trascienda los discursos y que, por sobre todo, permita la incorporación de capital humano avanzado en las oficinas que direccionan el futuro de nuestra ciudad.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS