<em>* Se trata de Juan Pablo, coordinador internacional de ECOSISTEMAS (ONG) y Magíster en Estudios del Medio Ambiente.<br /><br /></em>Juan Pablo Orrego, reconocido ambientalista, fue uno de los expositores de la "Semana por Aysén Reserva de Vida", realizada entre los días<strong> </strong>lunes 11 al miércoles 13 de diciembre y organizada por <strong>Jóvenes Tehuelches Valdivia</strong>, agrupación compuesta por estudiantes de diversas carreras de la Universidad Austral de Chile. <br /><br />Consultado sobre los megaproyectos hidroeléctricos que se están proyectando en la zona de Aysén, Orrego indicó a "Noticias UACh" que "si haces eso estás degradando en forma significativa el potencial turístico de una zona de un valor ambiental extraordinario a nivel mundial. Te lo dice cualquier turista extranjero; quedan boquiabiertos con la Patagonia".<br /><br />En su opinión, el potencial de desarrollo de esa región es el turismo, "un ecoturismo diseminado, respetuoso, que involucre a la población local. Eso es un tema de voluntad política, de que Sernatur se ponga las pilas y el país se ponga las pilas. Sin duda hay un tesoro en términos de potencial turístico". <br /><br />Orrego aseguró que "en el Bío-Bío bastó Pangue y el turismo extranjero al Alto Bío-Bío cayó a cero, de una cifra creciente que estaba aumentando en miles: 3000 turistas al año. E incluso los pehuenches lo estaban utilizando como fuente de ingresos". <br /><br />Es por ello que manifestó su preocupación por este proyecto "porque la verdad es que tenemos muy cerca la experiencia del Bío-Bío, Ralco y Pangue. Sabemos muy bien lo que significa para una cuenca la construcción de mega-centrales hidroeléctricas como ésta. Y eso que Ralco y Pangue juntas son menores que Baker 2, una sola de las centrales que pretende construir Endesa en el Río Baker".<br /><br />Según explicó el ambientalista, "a ciencia cierta no se saben los detalles finos de este ante-proyecto. Lo que se sabe es que estamos hablando de dos centrales en el río Baker y dos centrales en el río Pascua con un área de inundación total de 9.000 hectáreas. En Chile Pangue y Ralco suman 4.000 hectáreas. Por lo tanto esto es enorme".<br /><br />A su juicio, los embalses son solamente uno de los aspectos de estos proyectos. A ello se suman -dijo- "los enormes campamentos de miles de trabajadores, con todos los impactos sociales y ecológicos que esto significa". Agregó a lo anterior la presencia de maquinaria pesada, "ensanchamiento brutal de caminos", además de "la línea de transmisión de 2000 kilómetros de largo que atravesaría siete regiones de Chile con torres de 35 a 40 metros de alto y con una franja de servidumbre de entre 170 a 120 metros de ancho".<br /><br /><strong>Alternativas de Menor Impacto <br /><br /></strong>Pero ¿qué alternativas tiene el país considerando que existe una crisis energética de por medio? Para Orrego existen diversas alternativas que han sido propuestas por figuras públicas de diversos sectores políticos. <br /><br />"Hay tremendos potenciales en eficiencia -aseguró-. El Estado de California nos da el ejemplo tremendo de que tú puedes provocar una verdadera revolución energética, que en nuestro caso podríamos hacerlo en todo el país. Nada más que imponiendo normas de eficiencia muy estrictas. Eso significa cambiar todos los electrodomésticos, motores eléctricos, ampolletas incandescentes por compacta fluorescentes, y usar mejor la energía". <br /><br />Otra alternativa es el desarrollo de "pequeñas centrales hidráulicas entre las cuotas mil y quinientos, desde la Región Metropolitana hasta la Décima Región. Esto generaría entre 33 mil a 50 mil megawatts de relativamente fácil acceso".<br /><br />El ecologista también planteó que Chile posee un gran potencial geotérmico: "Chile es un país lleno de volcanes. Se habla de 5000 megas de fácil acceso en geotermia". A ello sumó la energía eólica como alternativa. "Las únicas aspas importantes que hay en Chile están en Coyhaique, son tres y generan seis megawatts. Y no hay nada más en todo el país, que es un peldaño colgando frente al mar. Se habla de miles de megawatts posibles de cosechar". <br /><br />Finalmente planteó una alternativa "un poquito más esotérica": la generación de energía mareomotriz, que permitiría utilizar las mareas y las corrientes. Al respecto se refirió a la idea de "utilizar los fiordos de la Patagonia, donde se podrían instalar unas turbinas semi-sumergidas en la boca de un fiordo. No es que haya que cerrar un fiordo. Los noruegos están utilizando esta tecnología que usa las mareas en ambas direcciones, cuando sube y cuando baja".