A pesar de su valoración como Monumento Natural y de su categoría como “En Peligro”, el alerce continúa siendo afectado por cortas no autorizadas, provocando la preocupación de instituciones y organizaciones defensoras de la especie, en especial del Consejo Consultivo Alerce, donde participan académicos de la Universidad Austral de Chile y de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), entre otros organismos. Uno de los casos ocurridos en el último tiempo son las cortas ilegales de alerces en una propiedad fiscal, específicamente la Hijuela N°54 del sector Astilleros, en la comuna de Maullín.
Al respecto, el académico Dr. Antonio Lara de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh e Investigador Principal de (CR)2, manifestó su inquietud por la evolución de este caso, cuya primera tala fue detectada en 2019, y que hoy se encuentra en procedimiento judicial. “Los profesionales de CONAF hacen un trabajo acucioso de detección y denuncia de las cortas ilegales de alerce, pero este esfuerzo se ve enfrentado a las debilidades de la legislación forestal en que las multas son bajas y muchas veces no se pagan, pues esto no depende de CONAF, sino de los Juzgados de Policía Local”, explicó.
Se informó que el sitio afectado es especial, ya que corresponde a un sector plano casi al nivel del mar, lo que lo hace único como hábitat de dicha especie. “Estos bosques son parte de las poblaciones de alerce de la Depresión Intermedia, las cuales hasta hace unos 40 años se pensaba que habían sido completamente destruidas por los incendios y habilitación de terrenos para la agricultura”, expresó el Dr. Lara, quien es miembro activo del Consejo Consultivo del Alerce. También expresó que “nuestras investigaciones desde el año 1995 las cuales incluyen el sector de Astilleros han demostrado que existen una serie de pequeñas poblaciones, normalmente de menos de una hectárea que enfrentan una nueva amenaza constituida por el desarrollo inmobiliario. Por otra parte, los estudios de estas poblaciones demuestran que son diferentes a las de las Cordilleras de los Andes y de la Costa y que tienen menor variabilidad genética”.
Con el objetivo de buscar una mayor protección que asegure la real conservación de la especie, el Consejo Consultivo para la Conservación y Uso Sustentable del Alerce envió una carta al SEREMI de Bienes Nacionales de Los Lagos para coordinar una labor en conjunto en busca de soluciones. Dicha decisión se tomó en una reunión donde quedó en evidencia que las condiciones hoy han cambiado, existiendo nuevos escenarios y presiones para esta especie nativa.
La Dra. María Eugenia Solari, del Instituto de Estudios Antropológicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UACh y miembro del Consejo Consultivo, valoró las acciones que se han realizado para su protección, pero opinó que desgraciadamente el sentido de arraigo, de pertenencia a esos espacios se ha visto interrumpido, lo que produce que una especie finalmente entendida como patrimonial desgraciadamente vuelve, una y otra vez, por este tipo de acciones depredadoras de tala ilegal, a ser entendida como ese preciado recurso maderero de antaño.
“Por ello, las autoridades unidas a la comunidad científica deberían incentivar una real toma de conciencia de la importancia del alerce, a través de la incorporación de su conocimiento en los planes educativos de escuelas y liceos, con la formación, por ejemplo, de pequeños museos”, agregó.
Por otro lado, destacó la relevancia de una especie nativa y emblemática como el alerce para las comunidades que viven en torno a ella. “El alerce ha formado parte de la historia cultural de nuestro territorio. Ya se encuentra presente en el sitio arqueológico Monte Verde en las cercanías del río Maullín hace más de 14 mil años. Lamentablemente, desde los inicios de la colonización europea su sobreexplotación no es ajena a la memoria de las comunidades originarias que lo habitan ancestralmente y que han visto sus ecosistemas depredados».
Los Dres. Solari y Lara son integrantes del Directorio de la Corporación Alerce, organización creada en 2011 para promover la conservación, el uso no maderero y el conocimiento de los Bosques de Alerce.